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Escritos de Feministas Lúcidas

La Filosofía Feminista Elemental, Carmen Martín

Canción “La Hora de la Brujería” de Willie Tyson que interpretó en el encuentro “Estamos Hartas de Vuestra Educación”.

La influencia de Mary Daly en mi vida es vasta y profunda. Me parece que, a pesar de mi amor por las palabras, éstas me son esquivas y tengo poco tino al elegirlas cuando se trata de hablar de ella.

Como muchas de vosotras sabéis, leí por primera vez a Mary Daly hace ocho años y desde entonces ha sido mi Amiga del Alma. Como ella misma dice, una amiga del alma es “una bendición que acompaña”[1]. Para mí, es una Comadre que llega en Tiempos de Mareas y no son pocas las veces que siento su Presencia[2]. La siento sobre todo cuando ante un dilema sin salida aparente me señala una Tercera Opción Trascendental. Sé que no soy la única que siente su Presencia, porque así me lo han hecho saber, especialmente cuando a Una le visitan aves que anuncian La Cuarta Galaxia.

Durante el “Foro sobre la Mujer en la Educación Superior” que se celebró en la UB el 27 de febrero de 1975.

Yo, que soy Cotilla[3], siempre he querido saber cómo se desarrolló la Filosofía Feminista Elemental, y ¡qué alegría leer La Tercera Galaxia! Es la autora misma quien me cuenta como la Des-cubrió. Hay un pasaje de Pura Lujuria que me encanta:

La Rabia (…) es una Fuerza transformadora y concentrada. Como una yegua que atraviesa los campos en una noche de luna llena, con sus crines al viento, la Rabia galopa y sus cascos golpean con Pasión desatada.

Qué placer cuando en esta Galaxia leí que este pasaje está inspirado por la yegua que vivía en el campo de al lado, que cuando se escapaba en las noches, relinchaba con el Éxtasis de la Libertad. La Filosofía Feminista Elemental no se puede entender sin la Inspiración que traen los animales, los ángeles, las fuerzas elementales. Es precisamente en esta Galaxia cuando se Materializa esta Inspiración[4]. Lo vemos con el Monte Santa Helena invitándola a explotar juntas, los caballos y el Sentido Común Animal, las abejas y las gatas, y por supuesto las arañas, que nos enseñan a tejer nuestras propias redes e inundan la obra de Daly con gracia y destreza. El capítulo 13 de Pura Lujuria lo escribieron ni más ni menos que las Parientes Felinas de Mary y Denise, Gata Salvaje y Ojos Salvajes.

Descubrir la Filosofia Feminista Elemental es justamente eso, materializar la concordancia cósmica. Es Darse Cuenta de que todo lo que Es (todo lo que verdaderamente Es) está en comunión con todo lo demás. Lo Elemental es “una forma de ser-siendo/pensamiento filosófico que surge junto con la conciencia metapatriarcal”. Es la conciencia que está en armonía con lo Salvaje en la naturaleza y lo Salvaje en Una Misma.

La fuerza de esta filosofía tiene su fuente “en la ruptura de las mujeres con los modos de pensar/ sentir domesticados de la falocracia… Es la fuerza de la razón enraizada en el instinto, en la intuición, en la pasión”. Esta Llamada de lo Salvaje es esencial para liberarnos de la neutralidad ontológica, que como dice Adriana Alonso Sámano, es la muerte en vida[5]. Esta Llamada es una invitación constante a abandonar el Estado de Cautivero falocrático. Pero como Labrys de doble filo es también la invitación a escuchar “los Sonidos Elementales de la Otredad que despiertan nuestra Pertenencia, que nos convocan a emprender los Viajes de Exorcismo y Éxtasis”.

Cómo no sentirse llamada por la brisa del mar o por la luna llena. La Filosofia Elemental nos libra de la neutralidad ontológica, sin separar alma y cuerpo, sin separar el cuerpo de la palabra[6]. Esta Filosofía es la Llamada a seguir “los deseos más profundos de nuestros corazones y conectarnos con las auras de los animales y las plantas”. Es la invitación a movernos en comunión planetaria con las estrellas más lejanas.

Pero hay otra tarea esencial de la Filosofía Feminista Elemental y es aprender a confiar en el juicio propio. Aprender a confiar en los poderes profundos de una misma que nos permiten discernir lo superficial de lo Profundo, lo real de los sustitutos, y por supuesto, a Actuar en consecuencia.

Sobrevivir al reino de los rastreros exige Coraje, exige “ser intelectual de la manera más directa y atrevida (…) exige confiar y Actuar conforme a nuestras intuiciones más profundas”.

Si he aprendido de La Tercera Galaxia es a elegir mantenerme firme. Mary fue atacada por la academencia, invadiendo sus clases, amenazándola con expulsarla. Fue embestida por la carta de Audre Lorde y sus tergiversaciones, y por los males falocráticos de la década de los 70 y 80. Sin embargo, eligió mantenerse firme, invocó el Coraje de Pecar a lo grande.

Hace poco leí que una mujer en una conferencia halagó su Coraje y Daly le contestó: “no admires mi valentía, cultiva la tuya propia”. Hoy, en el fin del patriarcado, en la Era de la Biofilia, cuando Re-membro con alegría lujuriosa las hazañas y enseñanzas de nuestra Ancestra, os incito a Pecar a lo grande, a arrojar la cautela por la borda y a que lancemos la vida lo más lejos posible.

Protesta estudiantil en la Universidad de Boston en apoyo a Mary Daly.

[1] Daly, Mary. (2022). Ex/Órbita. Un Viaje Deslumbrante. Sabina Editorial.

[2] Poder de Presencia significa “flujo de energía sanadora experimentado por las mujeres que están Presentes entre sí en un Nuevo tiempo/espacio; Poder de las mujeres identificadas como mujeres, que irradia hacia el exterior, atrayendo a Otras” (Daly, 2022, p.279).

Por supuesto, estar Presente supone “realizar nuestro potencial de Presenciar, es decir: Materializar como Presente el pasado y el futuro; Conjurar la Presencia de las Primeras Ancestras, Parientes Antepasadas y Otros seres de lo Profundo” (Daly, 2022, p. 489).

[3] Cotillear significa: “ejercer el Poder Femenino Elemental de Nombrar, especialmente en Presencia de otras Cotillas (…) adivinar y comunicar los secretos de los Elementos, la sabiduría de las estrellas” (Daly, 2022, p. 466).

[4] Esta Galaxia es precisamente la aventura de Ser-Bruja. El despliegue de Ser-Bruja es de hecho

“saltar/brincar/volar inspirada por la Lujuria de la Metamorfosis”.

[5] Adriana Alonso Sámano, Nacer y seguir naciendo de Ella. La Esfera infinita en la Tierra, en el n°62 de la Revista Duoda, 2022.

[6] La Comprensión profunda de tener un cuerpo almado me la Des-cubrieron mis Comadres de Feministas Lúcidas.

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