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Escritos de Feministas Lúcidas

Cuarta Galaxia Espiral, Jessica Gamboa Valdés

EL AHORA DESLUMBRANTE: Re-Membranzas Trascendentes

Querida Mary Daly:

La primera vez que supe de ti fue de boca de mi Comadre Carmen Martín Rojas. Fue en un verano del año 2018 durante un club de lecturas de feministas lúcidas, alguna vez te contaré más detalles (me voy dando cuenta de que tengo mi propia bitácora en la memoria), por mientras, te puedo decir, y sé que tú me entiendes, que Coincidimos porque así tenía que ser. Tal vez las mujeres de estas tierras la atrajimos/te atrajimos. Carmen, traía consigo una traducción propia de “Gyn/Ecology” que generosamente compartió con nosotras, regalándonos ese pequeño Gran rayo luz que me/nos iluminó anunciando Momentos de Exorcismo y Éxtasis.

Dos años después se manifestó una nueva y hermosa Coincidencia con las Comadres de una editorial independiente que publican a mujeres Sabias e Impías, Ana Mañeru y Carmen Oliart de Sabina Editorial y, justamente, entramos en Sincronía Ancestral a través de sus hermosos libros. Ellas hicieron  posible que tengamos en nuestras manos “Ex/Órbita. Un Viaje Deslumbrante”, traducido y publicado por primera vez en lengua española. Necesito contarte algo del cahuín para que sepas cómo fue que hoy estemos reunidas alrededor del fuego. Resulta que Andrea Franulic, como señora Araña de excelencia, hiló entre Santiago de Chile y Madrid, enviando a Ana Mañeru, mi Amiga/Abuela (después te contaré porqué) la traducción de Gyn/Ecology y, como te podrás imaginar, quedó maravillada (seguro te lo ha dicho), ¿ves como el “correo de las Brujas” funciona? Y, ¡de maravilla!

Tampoco fue algo simple, ya sabes cómo son estas cosas de los derechos de autoría, además de que la traducción sea fiel a tus palabras y a tu sentido de la orientación, pero en eso las Comadres tienen Talento de sobra, y se las ingeniaron como buenas Buscadoras de Tesoros que son. Así fue como el recién pasado año 2022, ha salido a la Luz Ex/Órbita, traducido por la mismísima Carmen Martín, muy bien acompañada por las Comadres de Sabina. Sé que Saltarías de alegría y, probablemente, hubieses querido ir a presentar unas charlas por allá y otras por acá, pero nosotras no nos hemos quedado atrás. Ana ha hecho lo suyo en librerías y ferias, Viajera como ninguna. También ha sido idea suya reunirnos a leer cada una de las Galaxias, nos dijo: “Hagamos Cuatro Encuentros Intergalácticos”, la respuesta inmediata fue ¡sí! Y nos subimos a tu nave para Navegar de Galaxia en Galaxia en Espiral, de Momento a Momento, Des-cubriendo y Des-velando las superficies de plástico del presente, y a los demonios sádicos y rastreros, violadores y biocidas, dando Saltos Cualitativos necesarios para ir rompiendo el Tabú Terrible, Hilando cada vez más seguras de que todo Pasado Arcaico Salvaje vive en cada una de nosotras, porque ya Otras, las Ancestras han dejado huellas, símbolos, pócimas y escobas para volar. Porque somos las Portadoras de una Memoria Profunda que debemos activar para Vivir un Presente/Presencia que es nuestro Ahora en Expansión.

Ahora te pido permiso para contarles a las mujeres que estamos reunidas cómo Viajé contigo en esta Cuarta Galaxia y cómo he conectado con cada señal escrita/dicha.

Cuando comenzaste a escribir las primeras páginas de Ex/Órbita, en junio de 1987, yo tenía 7 años. Al siguiente año, el 18 de abril, día de mi cumpleaños, tomabas un avión rumbo a Londres a dar una charla organizada por la Línea Lesbiana y el Archivo de Lesbianas, a propósito de que se había publicado el Brujedario en Gran Bretaña, libro que habías comenzado a escribir el mismo año en que nací. ¡Qué Coincidencias querida Mary! Podría seguir mencionando muchas más.

Mientras te leía se expresaban de forma simultánea mi Ser-conmovida, mi Ser-rabiosa y mi Ser-riendo. Te imaginé intentando imitar el tono de voz de Virginia Woolf o imaginé a las Parientes Catherine y Gata Salvaje manifestando su Ser-Siendo en distintas ocasiones.También se manifestaron explícitamente algunas Parientes con las que cohabitamos la casa. Mientras más conectaba con la llamada de lo Salvaje, comenzaron a manifestarse con su Presencia: la pareja de tórtolas, una joven zorzal, la pequeña picaflor -ba- la abeja y la pequeña araña que habita debajo de la tina en el segundo piso. En los días de luna llena que, literalmente se posaba sobre nuestras cabezas mientras dormíamos, te pensaba mecanografiando desde el Otro lado de la luna los Recuerdos de tu Cuaderno de Bitácora de una Filósofa Feminista Radical, bajando a la tierra para dar clases o hacer tus conferencias, Saltando, Brincando como una verdadera Lunática, volando en Tiempos Feéricos. Yo pensaba ¡Qué maravilla crear un cueva pirata en la luna! para Crear y Re-memorar, como tú decías, desde “una perspectiva Lunar/Lunática”.

La Cuarta Galaxia Espiral son Momentos de Re-membranza Trascendental: las conferencias, los encuentros con las mujeres, los viajes con las amigas, la llamada de lo Salvaje, la Búsqueda de las antepasadas, los momentos de tristeza por la muerte de tus amigas y comadres brujas, el anillo espiral de cuatro, entre otras vivencias.

Desde esta Galaxia Ves y Nombras el presente superficial de los amos/padres, ese primer plano que nos quiere en un estado de cautiverio, orbitando en su sistema de tiempos muertos, lineales, reproduciendo las mentiras academentes de la falocracia aburrócrata, desconectadas de nosotras mismas y de la naturaleza, de nuestro Ser Salvajes y que, lúcidamente, llamaste la Era del Des-membramiento, cada vez más sofisticada y camuflada en los mensajes subliminales de las ´ologías´, de las que muchas mujeres secuaces de la falocracia son hoy parte, lo cual implica que nuestra tarea se torne más desafiante. Quizás seguimos siendo una Minoría Cognitiva, pero Coraje ¡sí que tenemos! Como el que tuvieron las mujeres en Dublín (1987), al marchar para recuperar la noche o el que tuvieron tus alumnas y Comadres protestando y denunciando a los Cobardes aburrócratas de la Universidad de Boston que ningunearon tu trabajo y te negaron de forma sistemática un aumento de sueldo. Me alegro tanto de cómo decidiste salir de la apraxia -Rompiendo con el Tabú Terrible- fotocopiando la carta de respuesta del rector y enviándola a tus colegas en distintas partes del mundo y leyéndola a tus estudiantes ¡Qué Coraje! Fuerza Brujeril que emerge cuando Una está conectada con la Rabia que nos hace dar Saltos imprevisibles, porque al mismo tiempo que le damos vuelta al alma, nos damos cuenta de que estamos Vivas.

No quisiera dejar de mencionar “El Regreso de las Brujas”de 1989, cuando junto a tus Comadres en el teatro Sanders de la Universidad de Harvard, realizaste la Celebración del Éxtasis al enjuiciar públicamente a los pornógrafos, a los asesinos en serie, a los violadores de la tierra, a los que marchitan el ingenio, a Freud y sus cómplices destructores de la mente, a los academentes que drenan la mente y a los asesinos del alma de las mujeres ¡Qué Gran/Diosa idea, Mary! Y también el Primer Congreso Interdisciplinar Intergaláctico de Sabias Ancestrales, Comadres y Sus Parientes – en la Otra Cara de la Luna- con Fabulosas asistentes/oradoras: Granuaile, Pirata Irlandesa (S. XVI) Invocando los Poderes Elementales, Hipatia de Alejandría, Atravesando y Superando épocas de Des-membramiento nos llama a Re-membrar ¡Ahora!, Susan B. Antonhy que, apenas llegando a la Roca de la Oradora, grita ¡Fracasar es imposible!, Harriet Tubman, que propone hacer un ferrocarril subterráneo a la Otra cara de la Luna, haciendo de guía a las hermanas aun encadenadas, ayudando a mostrarles el camino, a subirse a las naves, proponiendo como co-guía a la hermana nativa americana Sacajawea (mujer pájaro- barquera) con su sentido de la orientación para guiar a las mujeres a cruzar a través de la niebla y el Mar subliminal. Y, por último, la Presencia de la mujer Araña, que solo salvará a aquellas mujeres que se mantienen en contacto con ella por medio de las hebras invisibles sobre las cabezas.

Por eso, Pienso/Siento que es tan importante, como señalas en el Momento de la Gran Recapitulación, asumir la tarea de Activar y poner en Movimiento, en el Ahora/Presente, las Intuiciones del conocimiento subliminal que todas las mujeres poseemos, para comenzar a Movernos en Espiral hacia un Presente Profundo ¿Cómo? de la mano de nuestras Ancestras, Re-invocándolas para iluminar nuestro Presente y, por cierto, el Futuro. Fiándonos de / confiando en las Mujeres -Portadoras de Memoria- que nos puedan guiar por las Mareas, porque que han navegado antes, atravesando turbulentas aguas, Re-conociendo las corrientes provocadas por las turbinas fálicas, de las Corrientes Elementales que llevan a Buen Puerto. Oyendo y dejándonos Tocar, Rompiendo el tabú patriarcal de la división y competencia entre mujeres, especialmente aquella que se expresa entre viejas y jóvenes, haciéndonos creer que se vuelve a empezar, como de costumbre, desde cero.

En el Ahora Deslumbrante – por fuera del reloj – saltando el calendario, estamos Hoy Re-unidas. Es  tiempo de Recapitulación…somos Conscientes del presente superficial, pero aún más de lo Poderosas que Somos juntas, porque Vemos y Re-conocemos a las Mujeres Verdes, a las Diosas, a las Brujas y Lunáticas en Nosotras Mismas.

Gracias Mary por Seguir Adelante, porque tantas de nosotras estamos Ser-siendo -Pecando a lo Grande- Ya tengo mi propia nave y seguiré reuniendo cada vez más Coraje: No Olvidando, No Enmudeciendo, Ni Paralizándome, sino ¡Manteniéndome Firme!.

Encuentros Intergalácticos  Sabina Editorial & Feministas Lúcidas

14.01.2023

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La Filosofía Feminista Elemental, Carmen Martín

Canción “La Hora de la Brujería” de Willie Tyson que interpretó en el encuentro “Estamos Hartas de Vuestra Educación”.

La influencia de Mary Daly en mi vida es vasta y profunda. Me parece que, a pesar de mi amor por las palabras, éstas me son esquivas y tengo poco tino al elegirlas cuando se trata de hablar de ella.

Como muchas de vosotras sabéis, leí por primera vez a Mary Daly hace ocho años y desde entonces ha sido mi Amiga del Alma. Como ella misma dice, una amiga del alma es “una bendición que acompaña”[1]. Para mí, es una Comadre que llega en Tiempos de Mareas y no son pocas las veces que siento su Presencia[2]. La siento sobre todo cuando ante un dilema sin salida aparente me señala una Tercera Opción Trascendental. Sé que no soy la única que siente su Presencia, porque así me lo han hecho saber, especialmente cuando a Una le visitan aves que anuncian La Cuarta Galaxia.

Durante el “Foro sobre la Mujer en la Educación Superior” que se celebró en la UB el 27 de febrero de 1975.

Yo, que soy Cotilla[3], siempre he querido saber cómo se desarrolló la Filosofía Feminista Elemental, y ¡qué alegría leer La Tercera Galaxia! Es la autora misma quien me cuenta como la Des-cubrió. Hay un pasaje de Pura Lujuria que me encanta:

La Rabia (…) es una Fuerza transformadora y concentrada. Como una yegua que atraviesa los campos en una noche de luna llena, con sus crines al viento, la Rabia galopa y sus cascos golpean con Pasión desatada.

Qué placer cuando en esta Galaxia leí que este pasaje está inspirado por la yegua que vivía en el campo de al lado, que cuando se escapaba en las noches, relinchaba con el Éxtasis de la Libertad. La Filosofía Feminista Elemental no se puede entender sin la Inspiración que traen los animales, los ángeles, las fuerzas elementales. Es precisamente en esta Galaxia cuando se Materializa esta Inspiración[4]. Lo vemos con el Monte Santa Helena invitándola a explotar juntas, los caballos y el Sentido Común Animal, las abejas y las gatas, y por supuesto las arañas, que nos enseñan a tejer nuestras propias redes e inundan la obra de Daly con gracia y destreza. El capítulo 13 de Pura Lujuria lo escribieron ni más ni menos que las Parientes Felinas de Mary y Denise, Gata Salvaje y Ojos Salvajes.

Descubrir la Filosofia Feminista Elemental es justamente eso, materializar la concordancia cósmica. Es Darse Cuenta de que todo lo que Es (todo lo que verdaderamente Es) está en comunión con todo lo demás. Lo Elemental es “una forma de ser-siendo/pensamiento filosófico que surge junto con la conciencia metapatriarcal”. Es la conciencia que está en armonía con lo Salvaje en la naturaleza y lo Salvaje en Una Misma.

La fuerza de esta filosofía tiene su fuente “en la ruptura de las mujeres con los modos de pensar/ sentir domesticados de la falocracia… Es la fuerza de la razón enraizada en el instinto, en la intuición, en la pasión”. Esta Llamada de lo Salvaje es esencial para liberarnos de la neutralidad ontológica, que como dice Adriana Alonso Sámano, es la muerte en vida[5]. Esta Llamada es una invitación constante a abandonar el Estado de Cautivero falocrático. Pero como Labrys de doble filo es también la invitación a escuchar “los Sonidos Elementales de la Otredad que despiertan nuestra Pertenencia, que nos convocan a emprender los Viajes de Exorcismo y Éxtasis”.

Cómo no sentirse llamada por la brisa del mar o por la luna llena. La Filosofia Elemental nos libra de la neutralidad ontológica, sin separar alma y cuerpo, sin separar el cuerpo de la palabra[6]. Esta Filosofía es la Llamada a seguir “los deseos más profundos de nuestros corazones y conectarnos con las auras de los animales y las plantas”. Es la invitación a movernos en comunión planetaria con las estrellas más lejanas.

Pero hay otra tarea esencial de la Filosofía Feminista Elemental y es aprender a confiar en el juicio propio. Aprender a confiar en los poderes profundos de una misma que nos permiten discernir lo superficial de lo Profundo, lo real de los sustitutos, y por supuesto, a Actuar en consecuencia.

Sobrevivir al reino de los rastreros exige Coraje, exige “ser intelectual de la manera más directa y atrevida (…) exige confiar y Actuar conforme a nuestras intuiciones más profundas”.

Si he aprendido de La Tercera Galaxia es a elegir mantenerme firme. Mary fue atacada por la academencia, invadiendo sus clases, amenazándola con expulsarla. Fue embestida por la carta de Audre Lorde y sus tergiversaciones, y por los males falocráticos de la década de los 70 y 80. Sin embargo, eligió mantenerse firme, invocó el Coraje de Pecar a lo grande.

Hace poco leí que una mujer en una conferencia halagó su Coraje y Daly le contestó: “no admires mi valentía, cultiva la tuya propia”. Hoy, en el fin del patriarcado, en la Era de la Biofilia, cuando Re-membro con alegría lujuriosa las hazañas y enseñanzas de nuestra Ancestra, os incito a Pecar a lo grande, a arrojar la cautela por la borda y a que lancemos la vida lo más lejos posible.

Protesta estudiantil en la Universidad de Boston en apoyo a Mary Daly.

[1] Daly, Mary. (2022). Ex/Órbita. Un Viaje Deslumbrante. Sabina Editorial.

[2] Poder de Presencia significa “flujo de energía sanadora experimentado por las mujeres que están Presentes entre sí en un Nuevo tiempo/espacio; Poder de las mujeres identificadas como mujeres, que irradia hacia el exterior, atrayendo a Otras” (Daly, 2022, p.279).

Por supuesto, estar Presente supone “realizar nuestro potencial de Presenciar, es decir: Materializar como Presente el pasado y el futuro; Conjurar la Presencia de las Primeras Ancestras, Parientes Antepasadas y Otros seres de lo Profundo” (Daly, 2022, p. 489).

[3] Cotillear significa: “ejercer el Poder Femenino Elemental de Nombrar, especialmente en Presencia de otras Cotillas (…) adivinar y comunicar los secretos de los Elementos, la sabiduría de las estrellas” (Daly, 2022, p. 466).

[4] Esta Galaxia es precisamente la aventura de Ser-Bruja. El despliegue de Ser-Bruja es de hecho

“saltar/brincar/volar inspirada por la Lujuria de la Metamorfosis”.

[5] Adriana Alonso Sámano, Nacer y seguir naciendo de Ella. La Esfera infinita en la Tierra, en el n°62 de la Revista Duoda, 2022.

[6] La Comprensión profunda de tener un cuerpo almado me la Des-cubrieron mis Comadres de Feministas Lúcidas.

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Un Viaje hacia la Radicalidad. Mi experiencia de lectura de la Segunda Galaxia Espiral. Andrea Franulic Depix

El rugido de Tigresa intergaláctica de Mary Daly me llega como oleadas de Gran Viento a mis oídos, trayéndome revelaciones de lo Profundo femenino, medida del Mundo. Interpela mi presente, equidistante al suyo, en el sentido Espiral del Tiempo. Atravesamos juntas, rugiendo, la Segunda Galaxia de su Viaje Deslumbrante (1); ella, a principios de los años setenta; yo, a finales de 2022. Cuando una mujer -Comadre y no secuaz- ruge, dice la verdad salvajemente. Rugir en femenino es decir la verdad salvajemente.
En la Segunda Galaxia, esta verdad emerge desde lo Profundo femenino gracias a Momentos de Ruptura y Re-Invocación para Re-Convocar los Recuerdos Originarios. El Viaje que toda mujer que se identifica con las mujeres realiza, implica Momentos de Ruptura con las falsedades patriarcales, sedimentadas en sus doctrinas, ideologías, discursos e instituciones. Consiste en Des-cubrir que quedarnos “metidas dentro” es una contradicción que terminará por asimilarnos, suprimirnos y eliminarnos. En la Primera Galaxia, Mary Daly piensa que es posible reformar la Iglesia a favor de las mujeres, y escribe “La iglesia y el segundo sexo”. Ahora, en la Segunda, se da cuenta de que esta idea es tremendamente moderada e igualitarista, una propuesta fagocitadora para nosotras, como todo lo reformista, como todas aquellas ideas feministas que intentan “mejorar” el sistema desde dentro.
¿Qué puedes mejorar de una estructura que en sí misma constituye la negación de la palabra de las Mujeres Salvajes? Solo es posible ir más allá, donde nos encontramos las Comadres hermanas, hermanadas en un rugido polifónico y polirrítmico; solo es posible situarnos en los Límites, para estar al acecho de las trampas mortales y demoníacas de los patriarcas misóginos y, al mismo tiempo, Re-Invocar nuestro Pasado Profundo. La iglesia solo puede contener mentiras, porque el padre, el hijo y el espíritu santo constituyen la usurpación e inversión de la Trinidad femenina, la eliminación de la relación nuclear de la madre y la hija.
Mary Daly, en la Segunda Galaxia, rechaza el destino de transformarse en una mujer-cuota de la iglesia y de la academencia, se lanza de lleno a la Piratería para Contrabandear los Tesoros que nos pertenecen a las mujeres, y esquiva los falsos dilemas que le colocan en su camino los patriarcas para dejarla atrapada como feminista de pacotilla. Para esto último, inventa la Tercera Opción Trascendental, aquella que supera el dilema “mirándolo de frente, atravesando los velos del engaño, Nombrando el juego”. De esta manera, sube al púlpito en la iglesia de Harvard a dar un sermón sobre el Éxodo que es un anti-sermón, y va sostenida por sus amigas Comadres, las Tigresas; escribe una introducción para la nueva edición de La iglesia y el segundo sexo que titula “Introducción feminista post-cristiana”; dicta, en los Límites de la academencia, cursos de feminismo radical en diferentes asignaturas, cada vez más repletas de alumnas. Todas estas acciones nacen de invitaciones de los patriarcas con la finalidad de asimilarla como mujer-cuota, sin embargo, rehuírlas implica caer en un auto-borrado/eliminación/silenciamiento. Entonces, decidió estar en cada una de estas instancias, encontrando una Tercera Opción Trascendental, que ahora yo solo enuncio, pero ella describe con viveza, color y detalle en los pasajes de esta Galaxia.

Son los años en que el Movimiento de Mujeres se revela con toda su potencia y Ginergía, la Hermandad de las mujeres que se identifican con las mujeres se siente en todas partes, se huele en el aire, se refleja en las auras de todas, se saborea en las palabras, ilumina las miradas con su brillo característico y eriza los poros de la piel, superando con creces el letargo mortal del Momento anterior, producido por la afasia, amnesia y apraxia impuestas por la falocracia, trayendo consigo la Promesa Incumplida y Rota para las mujeres que entraron a la universidad en los años cincuenta. Ya sabemos que, de este incumplimiento, Mary Daly intuitivamente se zafó, guiándose por las Mareas de su Mar Subliminal.
El amor entre mujeres, la ‘existencia lesbiana’, se asoma en esta Galaxia encarnada en la relación con su amiga, con quien compartirá amorosamente durante dos años, pero es en la Tercera donde se hilará de manera firme, creativa y deliciosamente sensual: el Tabú Terrible, el Tabú Total. La amistad de Adrienne Rich, a quien conoce en estos años, que abarcan de 1971 a 1974, aparece todavía como un pendiente que, me imagino, tendrá su desarrollo después. La conmueve mucho una de sus poesías. También Rich está en su propio Viaje, creo que, en su caso, hacia la ‘lengua común de las mujeres’ y hacia el ‘continuum lésbico’.

Si la Primera Galaxia Espiral está marcada por la publicación de La iglesia y el segundo sexo, la Segunda lo está por Más allá de Dios Padre. En este salen a la luz varios mecanismos u operaciones que los eliminadores malignos estratégicamente perpetran para apagar nuestra llama interior y hundir en el olvido lo profundo de nuestra verdad radical, nuestra potencia femenina, energía creadora infinita. En sus libros al acecho, la autora devela estos mecanismos con riguroso esmero académico, conocedora como es de la teoría patriarcal teológica y filosófica, dejando al descubierto las absurdas abstracciones del raciocinio masculino y sus engaños contra nosotras, y esquivando la metodolatría de la academencia. También metaforiza en femenino los nombres que necesitamos para hacer emerger la realidad y tocarla. Creo que esta lectura de Ex/Órbita nos permite, como lectoras intuitivas y salvajes, familiarizarnos con estos nombres metaforizados y recuperados desde el significado original de las palabras, su étimo, descomponiendo los prefijos necesarios con guiones elocuentes y sintiendo la sustancia táctil de sus raíces, que nos hace Re-Membrar el origen del sentido primario, elemental y natural de la Lengua Materna: transfiguración que se hace visible en su Brujedario.
Es tal la fragmentación que de nuestras vidas han hecho los eliminadores, que necesitamos todas las conexiones necesarias para salir de la confusión, contradicción, ignorancia y desorden simbólico. A Daly le interesa hacer estas conexiones y las voces de las mujeres autoidentificadas como mujeres le llegan del pasado y el futuro para decirle que siga escribiendo. Hay un pasaje especialmente emotivo que me gustaría leerles, está al final de la página 250 y dice así:

Todas esas mujeres estaban en esa habitación conmigo en ese momento, y todavía están conmigo Ahora. Decían, están diciendo: “Presta atención a esto. Es muy importante que lo entiendas. Ayúdanos a entender. Analiza esto. Dilo. Rabia. Llora. Ríe. Crea un lenguaje para expresar lo que esto significa. Muestra las conexiones. Haznos ver las conexiones. Todas hemos estado aquí. En las mesas de reuniones. En las mesas de comedor. A Nosotras, que somos tan capaces, nos llaman ‘incapaces’. Pon tus propias cartas sobre la mesa. No estás sola. Nunca estarás sola. Estamos contigo. Somos tú. Siempre estaremos contigo. Incluso cuando no entendamos, o cuando tú no entiendas, estamos contigo. Escribe. Por favor, sigue escribiendo”. Y así lo hice, desde luego. Por supuesto que lo hice.

Sin desmerecer nada de su obra Más allá de Dios Padre, Daly reconoce que se le ha quedado sin enlazar una importante conexión, en la que repara una vez que el libro ha sido publicado. ¿Por qué hablar de Dios si es la Diosa? Dios y Padre son una misma conjunción que usurpa e Invierte a la Diosa y a la Madre, que son antes y contiguas, porque las sociedades pre-patriarcales nunca han sucumbido, se han perdido en el Olvido del primer plano superficial de los padres, pero, en lo Profundo, siempre han estado aquí y en cada una de nosotras.
¿Cómo no lo he notado?, se pregunta Mary Daly a principios de los años setenta, además de reparar en otras operaciones inclusivas del lenguaje y, por lo mismo, tramposas y falsas. Yo me pregunto también, cómo algunas feministas, en estos Momentos Espirales que vivimos, siguen diciendo Dios. Y es en este mismo movimiento reflexivo que la autora cuestiona la palabra humano, porque esta es igual a hombre. El Viaje acá me ha remecido en mi presente, es cuando le he estrechado la mano fuertemente en este punto equidistante de la Espiral del Tiempo de mi lectura, pues el término ‘lenguaje inclusivo’, que se escucha en los espacios academentes de hoy, en los que me muevo a diario, me ha parecido siempre una trampa mortal de los eliminadores demoníacos… ahora lo digo con estas palabras.
No solo se trata de morfemas de género gramatical, sino de palabras que, en sí mismas, son inclusivas, o pretendida y falsamente neutras, como algunas que Mary menciona: dios, androginia, homosexualidad y, como he dicho, humano. Podríamos sumar más a la lista, por ejemplo, género o expresiones como “violencia de género”, etc. Respecto de la palabra humano, he pensado en mi amiga Adriana Alonso Sámano, quien ha desechado esta palabra y ha planteado que somos Criaturas Maternas (2). Me llena de sentido. Ella que pasó por el humanismo, yo que enseño en humanidades, sabemos cuán androcráticos y androcéntricos son estos espacios. Entonces, la Diosa y no dios, Criaturas Maternas y no humanas.
Vamos tejiendo los hilos originarios al recuperar la Lengua Materna que dice la verdad, porque no separa las palabras de la realidad; la madre, o quien por ella, enseña dicha correspondencia desde que habitamos su tibia y resguardada matriz. Además, Criaturas Maternas nos aúna, en una misma danza intergaláctica, con las otras especies y con la naturaleza toda. La depredación de todo lo vivo que ha hecho el patriarcado necrofílico será una preocupación política y radical de Mary Daly que, en la Segunda Galaxia, se atisba, en especial por su ida a Richland, una “ciudad patológicamente pro-nuclear” donde la gente vive en un “espacio-tiempo muerto”, no obstante, esta preocupación tendrá su fuerte desarrollo en Momentos Espirales posteriores.
Criaturas Maternas nos hermana a todas las especies, sobre todo a las mamíferas, que maman de las mamas, y que se comunican a través de la empatía, como nosotras con la madre, o con quien esté en su lugar, en nuestros primerísimos meses de vida. La empatía fue el método de conocimiento que usaron las Brujas, método guiado por la diosa Hera y no por el dios Hermes, usurpador de los caminos, y que Edith Stein en 1916 le dedica su tesis doctoral, definiendo la empatía como una cualidad relacional de toda criatura viviente (3). Como en la naturaleza existe la riqueza de la disparidad, podemos decir que convivimos en el planeta las Criaturas Maternas Elementales, usando palabras de Adriana y Mary, y nosotras (os), sin dejar de ser Elementales, las Criaturas Maternas Simbólicas, uniendo palabras de Adriana y Luisa, Luisa Muraro. Pues la diferencia sexual, en nuestra especie, es cuerpo y lengua juntas, biología y semiología indisolubles, confluencia de naturaleza y cultura, cuya depositaria y continuadora es la diferencia femenina. Criaturas Maternas en femenino: hembras y Fembras. Nosotras, Ser-Siendo Fembras. Etimológicamente, ‘femenina/o, feminidad’ derivan de ‘hembra’, asimismo, la h fue antes f en la historia del español (4).
Para ir cerrando, leo el pasaje sobre lenguaje inclusivo y el pseudogenérico que tanto me removió, está en la página 235 y dice así:

De hecho, estas tres palabras, androginia, Dios y homosexualidad, son todas falsamente inclusivas y todas infravaloran la Realidad/Realeza Femenina. Todas ellas funcionan para asimilar, disminuir y sacrificar el Yo de las mujeres en aras de algo que se imagina más universal, o más grande o mejor. Todas subestiman y omiten la Fuerza, Originalidad, el Poder Creativo, el Orgullo Femenino. Todas ellas sirven para engullir el ser-siendo de las mujeres en un sistema falocrático de lenguaje, pensamiento y comportamiento.

Te estrecho la mano, Mary, en este Viaje Espiral, guiadas por el Gran Viento y el rugido de tu Voz de Tigresa, mientras en un aula universitaria cualquiera, entrando ya el año 2023, en este territorio llamado Chile, una profesora cualquiera deja caer pesados, abrumadores y aturdidores ladrillos de su boca, falseando su Ser-Hablando con el uso del lenguaje inclusivo en su versión pseudogenérica, anulándose a sí misma. Adoptando el sentido del humor masculino, falsifica su Ser-Riendo, escindida en abstracciones absurdas, en el desorden simbólico que es la locura femenina, actuando de mala fe y convirtiendo el aula en un espacio academente, a vista y paciencia de alumnas y alumnos, que creen que hablar así no está del todo tan mal, total, los géneros gramaticales son un mero accidente de un lenguaje arbitrario y desmotivado, como les enseñó la patriarcal ciencia lingüística.
Tras este uso eliminador de la diferencia femenina se despliega una serie de conocimientos mentirosos, que fragmentan cuerpo y palabra, cuerpo y mente, cuerpo y alma, naturaleza y cultura, privado y público, pasivo y activo, animal y humano, y femenino y masculino, estos últimos proyectados como atributos con vida propia que vuelan por el éter (5), duplicación que subyace al término androginia y al uso del lenguaje inclusivo pseudogenérico. Se despliega un sinfín de conocimientos falsificadores de la experiencia femenina, de nuestras genealogías, de la autoridad materna y su obra, mediante las dicotomías propias del pensamiento patriarcal, de la ley del padre, de la racionalidad griega, inclusiva, edulcorado todo de profesionalismo y progresismo: educación sin relación, sin alma, sin sangre en las venas, sin autenticidad. Son las clases academentes y metodocráticas, clases en el Primer Plano Superficial de los Padres, naturalizadas: no se ven, no se cuestionan, se aceptan sin chistar y pueden ocasionar la muerte en vida de las jóvenes y los jóvenes.
No hay versión del lenguaje inclusivo que nos sirva, Mary, el concepto mismo está inundado de violencia hermenéutica. Ni siquiera nombrar el morfema A, con o sin el morfema O, si es un nombrar que se queda en la superficie lingüística o que intenta la engañosa igualdad; ni nombrar el morfema E para incluirnos a todEs, pues nos vuelve a eliminar a las Fembras; ni nombrar O, A y E, que confunde diferencia sexual de lo profundo, con identidad de género de lo superficial; identidad que usurpa, invierte e imita; borra, elimina y silencia. Yo te estrecho la mano, equidistantes en nuestros presentes, cuando enseño en mi aula, libre de academencia, un aula creativa y creadora, sexuada en femenino, cuando traigo los hilos de oro del Pasado Profundo, matrilineales, de la Lengua Materna, y mis alumnas y alumnos se regocijan con todos los Tesoros que les llevo, que he Contrabandeado, como profesora Pirata, Salvaje y rugiente.

Santiago de Chile, primavera de 2022.

(1) Mary Daly, Ex/Órbita. Un Viaje Deslumbrante. Traducción al castellano de Carmen Martín Rojas. Publicado por Sabina Editorial (Ana Mañeru Méndez y Carmen Oliart), Madrid, 2022.
Este texto lo he escrito en el marco de las conversaciones organizadas por Sabina Editorial y Feministas Lúcidas en torno a las cuatro galaxias en que se divide este libro de Mary Daly.

(2) Ver su texto Nacer y seguir naciendo de Ella. La Esfera infinita en la Tierra, en el n°62 de la Revista Duoda, 2022.

(3) Las referencias a las Brujas, a Hera y Hermes y a Edith Stein provienen de diferentes textos que he leído de María-Milagros Rivera Garretas. De Hermes usurpador, la autora también deriva el concepto de ‘violencia hermenéutica universitaria’.

(4) Adriana me trajo y me hizo recordar este cambio fonológico en nuestra lengua, luego que me hiciera un comentario, lleno de augere, sobre mi participación en una conversación a la que me invitó Marisol Torres en el contexto de un ciclo de conversaciones que tituló Las Palabras que Adivinan. Yo hablé allí de la etimología de la palabra ‘feminidad’.

(5) Para esta idea de lo femenino y lo masculino como atributos, ver María-Milagros Rivera Garretas, El amor es el signo. Educar como educan las madres, Sabina Editorial, Madrid, 2012.

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El cuidado como una práctica amorosa que sostiene el mundo , Pía Cajas Maureira

El presente escrito, es un intento de indagar sobre la importancia del cuidado cariñoso de las niñas y los niños y la relevancia que este tiene para una sociedad. Propone como un punto importante, la despatriarcalización de este, desde el punto de vista del realce del cuidado, como un acto amoroso que sostiene el mundo, que acompaña el cambio civilizatorio, tan necesario en estos tiempos.

Hoy en día, vivimos en una sociedad de muchas transformaciones, una sociedad que exige poner el amor al centro y relevar la importancia del cuidado, que históricamente ha sido femenino, es la clave para transformar la visión antigua y patriarcal de este, donde era visto como secundario, sin valor y menos importante que otras labores.

Entendiendo el cuidado como vital, nos abrimos a la posibilidad de restablecer su valor, más allá de lo monetario, un valor simbólico que posicione esta labor civilizatoria como una tarea que ha sostenido el mundo.

Niños y niñas desde su nacimiento son seres con la capacidad de relacionarse socialmente, esta se desarrollará si sus cuidadores están disponibles para esto. El bebé necesita de cuidados para sobrevivir y desarrollarse, pero no puede hacerlo por sí mismo. Diversos estudios han demostrado que un niño o niña, no solo requiere de alimento y abrigo, sino que además requiere de experiencias afectivas. Los vínculos afectivos son tan importantes como la nutrición y el cuidado de la salud, un entorno cariñoso promueve aprendizajes, y bienestar integral para niños y niñas, quienes necesitan amor y necesitan jugar, con compañeros y compañeras simbólicas que acompañen su juego. Jugar viene del latín “Iocari” que significa hacer algo con alegría, y hacer algo con alegría supone sonreír.

 “La madre, al sonreír, le enseña al niño que mirar el mundo vale la pena. La continua y reiterada aparición del rostro sonriente en el campo visual del niño, va construyendo el deseo de mirar rostros. Si la sonrisa se instala como marca del rostro, la seriedad es leída como una “no-sonrisa” que potencia aún más el rostro sonriente, como un augurio de alegría.

La sonrisa, entonces, es vivida como una serena confluencia de miradas, como un acuerdo gestual que oficia de espejo de dos caras.
La sonrisa invita a mirar, hace de la boca un arco iris que irradia su luz al resto de la cara. La risa, en cambio, nos acerca a la pasión, a la convulsiva y estallante luminosidad. La sonrisa ilumina por irradiación, la risa por explosión. Su ejemplo es la carcajada, que irrumpe para luego desaparecer bruscamente.
Para gozar de la risa es necesario ser introducido con anterioridad en la sonrisa. Es ella la que nos acerca, pausadamente, a la pasión de la risa. Si el niño recibiera sólo risas, si careciera del camino que abre la sonrisa, se asustaría, perdería referencias, sería espectador pasivo de una escena extraña e incomprensible. Sonreír abre las puertas”. (Daniel Calmels, 2018).[1]

En relación a lo anterior, entendemos que niños y niñas requieren un cuidado cariñoso y sensible a sus requerimientos, no solo alimentos, higiene y abrigo, sino que también juego, sonrisas, amor y contención.

Históricamente esta persona ha sido mayoritariamente una mujer, la madre, abuela, alguna tía e incluso personas ajenas a la familia, también mujeres, sin embargo, corrientes feministas o algunas propuestas de las nuevas masculinidades, proponen la necesidad de “desfemenizar” el cuidado, debido a la escasa participación de hombres estas labores y al enfoque de las políticas públicas hacia la díada madre-hijo o hija, sin embargo, observo como necesario replantearnos este concepto y apuntar más hacia una “despatriarcalización” del cuidado, dado que, en lo concreto, si sacamos a las mujeres de las labores de cuidado, ¿quién cuidaría entonces?, ¿lo harán los hombres, así sin más? ¿por qué los hombres hasta ahora no se han hecho parte del cuidado?, pienso que la reflexión es mucho más profunda.

Despatriarcalizar el cuidado, hace referencia a la importancia de otorgar el valor que el cuidado significa, un valor que difícilmente puede ser remunerado con justicia, puesto que quienes cuidan dejan su vida en ello. Cuando hablo de dar valor, me refiero más a un valor simbólico, un valor simbólico que la sociedad entera debería reconocer en este acto tan valioso y generosos de sostener el mundo, pues cuidar es eso, es sostener, es educar, es proteger y guiar, significa una práctica que tiene que ver con la transmisión de conocimientos, de afectos, de tradiciones y costumbres, y que influyen en la psiquis de ese niño o esa niña que es cuidado o cuidada, y por supuesto en las relaciones que establecerán en el futuro, tanto con otras y otros, como con su entorno y consigo misma o consigo mismo.

“El descubrimiento de la libertad femenina es en una mujer, (y a veces en un hombre) una experiencia de despertar: despertar del sueño de la modernidad y, también, del sueño de su agonía, la postmodernidad. La modernidad y la postmodernidad se han esforzado mucho por inculcarnos a las mujeres una idea patriarcal de libertad: la libertad individual o individualista, libertad que en el mundo se mide en términos de progreso ininterrumpido y de expansión sin límites, con o sin sentido. La terquedad del esfuerzo ha adormecido lo femenino libre, alienando de sí a muchas mujeres al olvidar o perder el sentido relacional de la libertad, no individualista” [2] 

Observamos en esta cita que existe una falsa idea de libertad, individualista y depredadora, que sitúa a la mujer y también al hombre, en lo que la autora denomina una agonía. Contrario a esto, se presenta un sentido relacional de la libertad, no individualista, haciendo referencia al término “estar en relación”, y estar en relación supone un intercambio con otras y otros, una danza de dar y recibir, las mujeres hemos entendido esto y por eso somos quienes ofrecemos al otro o la otra, nuestro amor, cariño y contención, un acto de servicio que está fuera de la lógica patriarcal, o del intercambio neoliberal, donde pago por un servicio y exijo recibirlo, pues ni todo el oro el mundo podría pagar por un cuidado incondicional, afectuoso y desinteresado como el de una madre hacia su criatura.

María-Milagros Rivera Garretas habla del estar en relación, como una relación sin fin, que por un lado, no tiene fin en sí misma, es decir, no es una relación instrumental, y por otro lado es eterna, el estar en relación es una experiencia que no tiene fin. “Deseo relacionarme con otras para sentirme bien, gozando de la relación, la relación sin fin, por el gusto de estar en relación”.[3]

EL TRABAJO DE LAS MUJERES 

Diversos estudios en los últimos cincuenta años, han investigado sobre las mujeres y el trabajo, pero muy pocos estudios han indagado sobre las condiciones en que mujeres y hombres trabajan, las que por cierto, no son las mismas.

“Durante mucho tiempo, las condiciones de trabajo de una mujer y de un hombre han estado condicionadas por el patriarcado; siendo el patriarcado una expresión histórica de la política sexual. Hoy, al final del patriarcado (o terminado ya el patriarcado[4]), entrevemos que la relación histórica entre una mujer y el trabajo es decisiva para entender la crisis del trabajo que vivimos y, entendiéndola, inventar soluciones que no se queden por detrás del presente”.[5]

El patriarcado nunca ha ocupado la realidad entera de una mujer, ni de un hombre tampoco, sin embargo, las instituciones han forjado sus bases bajo el orden patriarcal, siendo el trabajo una de las instituciones que ha sido hecho a la medida del cuerpo masculino, no a la medida del cuerpo femenino.

 “Sin embargo, el patriarcado como condicionante de las condiciones de trabajo no se explicitaba nunca. Quedaba en silencio, como algo dado, como una premisa muda. Algo que, precisamente por estar silenciado, reaparecía una y otra vez como un fantasma recurrente en los innumerables encuentros feministas y, también, de hombres no patriarcales sobre la mujer y el trabajo.”[6]

Las mujeres hemos trabajado siempre. Pero solo al trabajo hecho a la medida del cuerpo del hombre le hemos llamado trabajo. No a todas las demás tareas productivas que las mujeres hacemos, que son muchas y muy importantes, como el cuidado de la casa, de los niños y niñas, de las abuelas y abuelos, de enfermas o enfermos, o de personas con capacidades diferentes.

 “Por eso, porque solo al trabajo hecho a la medida del cuerpo de hombre le llamamos trabajo, no protestamos, o no apenas, cuando de una madre o de un ama de casa se dice que “no trabaja”. Ni protestamos de un modo convincente cuando ganamos menos por hacer el mismo trabajo que un hombre. No porque nos guste cobrar menos ni porque nos deje de parecer la injusticia social flagrante que es, sino porque reservamos la energía para algo más importante: algo que es la interpretación libre del sentido del trabajo, del sentido que lo que se suele llamar trabajo tiene o puede tener para las mujeres y, también, para los hombres. Las mujeres sabemos que si tapáramos con dinero o con derechos todas las contradicciones que plantean los condicionantes patriarcales del trabajo, entonces nos taparíamos nuestra propia boca y nuestros propios ojos, quedándonos sin autoridad para interpretar libremente el sentido que el trabajo tiene o no tiene para las mujeres y para la humanidad.”[7]

Las mujeres entendemos el trabajo como un espacio de vida también, donde no solo entregamos un servicio y este nos es remunerado, consideramos muy importante que otros factores también se expresen en el trabajo que deseamos, idealmente que sea de tiempo parcial, para tener tiempo para hacer las cosas en casa y cuidar a quienes amamos, o compartir con quienes deseamos hacerlo, también para escribir, crear, pintar, danzar, entre tantos deseos que pueda querer realizar cada mujer. También evaluamos la calidad del trabajo, no tan solo por la remuneración que recibiremos, sino también por las relaciones que establecemos en el espacio laboral. “Decía hace unos años un estudio publicado en la revista norteamericana “Newsweek” que, en la empresa, los hombres harían cualquier cosa por dinero; las mujeres, en cambio, no.”[8]  Requerimos de trabajos a la medida de nuestros cuerpos, en los que nos sea posible compatibilizar otras labores, tanto o más importantes.

DESPATRIARCALIZAR EL CUIDADO 

En este sentido, las mujeres no queremos ponerle un valor monetario a todo, pues si bien nos interesa el dinero, también y mucho más nos interesa el amor, el cuidado, dar vida a nuestros deseos, crear, estar en relación y darle un sentido a esa relación. Ya no se trata de conciliar el trabajo, que conlleva el desarrollo profesional y la maternidad, que expresa el deseo de ser madre, las mujeres hoy damos un doble sí, a ambos deseos, sin dejar ninguno de lado, pero a ambos, los aceptamos como deseos no como obligaciones impuestas.  Lo dicen con las siguientes palabras, el 2010 las mujeres del Gruppo Lavoro de la Librería de mujeres de Milán:

“Queremos poder decir sí al trabajo y sí a la maternidad sin sentirnos obligadas a elegir. Cuando decimos sí al trabajo, decimos sí a un aspecto del vivir que es el dinero necesario para la comida, la ropa, la casa. Pero es también realización, crecimiento, invención, proyecto social. De esto no queremos ser excluidas si elegimos ser madres. La paternidad se inscribe de modo distinto en el cuerpo y en la mente de los hombres, y de esto sabemos poco. Los padres no hablan, no narran y sin embargo, también para ellos están cambiando muchas cosas. La paternidad ya no está garantizada por el destino femenino: hoy los hombres, si quieren ser padres, tienen que hacer cuentas con lo que escojan las mujeres. Hoy más que nunca, la reproducción no es una cuestión femenina: es problema de todos, hombres y mujeres, madres y padres. En el doble sí que nosotras queremos, están incluidos el deseo y la ambición de volver a unir la producción y la reproducción: algo que la historia y la cultura de predominio masculino han separado.”[9]

El doble sí al que hacen referencia las autoras, es entonces un sí a ambos deseos, al desarrollo profesional y al amor al cuidado, poniendo en ambas tareas el cuerpo, y realizando ambas tareas con amor.

La invitación a despatriarcalizar el cuidado, es quitarle el valor monetario y restaurar el valor simbólico que esta práctica significa, puesto que ha sido el patriarcado el que ha intentado minimizar el valor del cuidado y de las mujeres, infructuosamente a mi juicio. Hoy, en el fin del patriarcado[10], cuando este ya no tiene crédito en nosotras y nosotros, muchas mujeres (y algunos hombres) entendemos y observamos la labor del cuidado como parte del cambio civilizatorio, donde el amor está al centro, y la importancia de criar con amor está a la vista. Acercarse a relaciones cariñosas, respetuosas y empáticas, se observan como la única posibilidad de cambio.

EN SINTESIS

Entonces, cómo aportamos a restaurar el valor simbólico del cuidado hacia los niños y las niñas, individuas e individuos con deseos, intereses y capacidades, que aportan al mundo su capacidad de escucha, sus ideas, amor, curiosidad, apertura, ternura y otros preciados valores que sostienen la civilización.

Niños y niñas necesitan alimento, higiene y abrigo, pero sobre todo ternura y reconocimiento, sonreír, compartir, vincularse, tiempo de calidad y escucha. Necesitamos visibilizar la niñez, reconocer su valor y la labor que realizan las madres al cuidar de sus hijos e hijas.

Crear espacios de protección y exploración, donde niños y niñas se sientan seguros, y seamos capaces de reconocer sus propias capacidades, las que como Lecannelier (2021) asevera, solo podremos identificar si aprendemos a respetar, entendiendo el respeto como un actuar cotidiano que puede ir desarrollándose de a poco, que supone primero que nada, volver a mirar, observar las reacciones de los niños y las niñas, tratar de comprender qué es ser un niño, una niña, abrir la comprensión a conocer a este individuo que se para frente a mí, como otro, en una sociedad que valore esta práctica como una práctica que sostiene al mundo.

La ley no es todo, como bien dice Simone Weil “La Libertad no consiste simplemente en tener derechos, porque los derechos pueden convertirse en barreras simbólicas del deseo” (Librería de Mujeres de Milán (1991).). Requerimos de prácticas como la de reconcoer autoridad a los niños y las niñas, autoridad (que es distinta al poder) viene de “augere”, significa hacer crecer y la autoridad circula de una persona a otra, es móvil, no estática, es una práctica que transforma, modifica las relaciones de forma radical y ayuda a cambiar el mundo.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Aldegheri, L., Bianchi, L., Briante, D., Buttarelli, A., Carati, R., Cigarini, L., De Perini, S,. Di Salvo, A., Fischer, C., Graziani, F., Jourdan, C., Muraro, L., Marangelli, M., Rampello, L., Riboli, D., Sattler, T., Savoldi, O., Stella, R., Zanardi, M., … y Zanella, L. (1996) El final del patriarcado. Ha ocurrido y no por casualidad – Sottosopra rosso, Libreria delle done di Milano, https://www.libreriadelledonne.it/pubblicazioni/el-final-del-patriarcado-ha-ocurrido-y-no-por-casualidad-sottosopra-rosso-enero-1996/

Abreu Olvera, M.  Entrevista a María-Milagros Rivera Garretas (2021) https://www.revistapluvia.com/post/entrevista-a-mar%C3%ADa-milagros-rivera-garretas

Barbieri, P., Benvenuti, M. y Cigarini, L. (2010) Sottosopra: Imagínate que el trabajo, Núm. 38 [Archivo PDF]. DUODA: estudios de la diferencia sexual, https://raco.cat/index.php/DUODA/article/view/248363.

Calmels, D. (2018) Sonreír – Reír. Facebook. https://www.facebook.com/243919225651741/posts/1892159804161000/

Cigarini, L. (2003) El sentido del trabajo. DUODA: estudios de la diferencia sexual, http://www.ub.edu/duoda/web/es/revista/26

Librería mujeres de Milán. (1973-1996). La cultura patas arriba. Selección de la revista Sottosopra Madrid, Editorial Horas y horas.

Librería mujeres de Milán. (2011). Palabras que usan las mujeres para nombrar lo que viven y sienten hoy en el mundo del trabajo, Colección del libro Cuadernos inacabados, Editorial Horas y horas.

Rivera, M. (2012) Signos de libertad femenina. (2012) (En diálogo con la historia y la política masculina.). http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2012.02.0001

Rivera, M. (2012) El sentido del trabajo, más que las condiciones. DUODA: estudios de la diferencia sexual, http://www.ub.edu/duoda/web/es/textos/1/75/

Rivera, M. (2021). Entrevista a María Milagros Rivera Garretas. Revista Pluvia. https://www.revistapluvia.com/post/entrevista-a-mar%C3%ADa-milagros-rivera-garretas

Cigarini, L.(1996). La política del deseo. Editorial Icaria.

Franulic, A. (2021). Incitada,                          https://andreafranulic.cl/libros/incitada-feminismo-radical-de-la-diferencia-antologia-andrea-franulic-depix/

Montoya, M. (2008). Enseñar, una experiencia amorosa. Sabina Editorial

Rivera, M. (2012). El amor es el signo: educar como educan las madres. Sabina Editorial.


[1] «Sonreír – Reír», por Daniel Calmels. Facebook. 2018

[2] MARÍA-MILAGROS RIVERA GARRETAS. Signos de libertad femenina. (2012) (En diálogo con la historia y la política masculinas).

[3] Abreu Olvera, M.  Entrevista a María-Milagros Rivera Garretas (2021) https://www.revistapluvia.com/post/entrevista-a-mar%C3%ADa-milagros-rivera-garretas

[4] Sobre el final del patriarcado, véanse: Luisa Muraro, Salti di gioia, “Via Dogana. Rivista di politica” 23 (1995) 3 y Librería de mujeres de Milán, El final del patriarcado. Ha ocurrido, y no por casualidad, en Eaed., La cultura patas arriba. Selección de la revista ‘Sottosopra’ (1973-1996), trad. de María-Milagros Rivera Garretas, Madrid, horas y Horas, 2006, 185-225.

[5] El sentido del trabajo, más que las condiciones María-Milagros Rivera Garretas.(2017) http://www.ub.edu/duoda/web/es/textos/1/75/

[6] El sentido del trabajo, más que las condiciones María-Milagros Rivera Garretas.(2017) http://www.ub.edu/duoda/web/es/textos/1/75/

[7] El sentido del trabajo, más que las condiciones María-Milagros Rivera Garretas.(2017) http://www.ub.edu/duoda/web/es/textos/1/75

[8] Lia Cigarini, El sentido del trabajo, “DUODA. Revista de Estudios Feministas”, 25 (2003) 91-99; Librería de mujeres de Milán, Palabras que usan las mujeres para nombrar lo que viven y sienten hoy en el mundo del trabajo, trad. de Laura Mora Cabello de Alba y Ma Dolores Santos Fernández, Madrid, horas y Horas, 2008.

[9] Librería de mujeres de Milán, Imagínate que el trabajo, “Sottosopra” 2009, encartado en “DUODA. Estudios de la Diferencia Sexual” 38 (2010).

[10]Aldegheri, L., Bianchi, L., Briante, D., Buttarelli, A., Carati, R., Cigarini, L., De Perini, S,. Di Salvo, A., Fischer, C., Graziani, F., Jourdan, C., Muraro, L., Marangelli, M., Rampello, L., Riboli, D., Sattler, T., Savoldi, O., Stella, R., Zanardi, M., … y Zanella, L. (1996) El final del patriarcado. Ha ocurrido y no por casualidad – Sottosopra rosso, Libreria delle done di Milano.

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Escritos de Amigas de Feministas Lúcidas

Primera Galaxia Espiral Ser – Hablando: Momentos de Profecía y Promesa

Por Ana Mañeru Méndez

Gracias por aceptar la invitación de las Feministas Lúcidas y de Sabina editorial para dialogar y compartir los hallazgos que vamos haciendo cada una en Ex/Órbita. Un Viaje Deslumbrante,de Mary Daly. Ella Es-siendo una feminista radical que ha empeñado su vida en nombrar y mostrarnos un camino al que llama filosofía feminista elemental.
Empezaré comentando algunas de estas palabras que ella nos da para que las renombremos cada una de nosotras y las hagamos nuestras sin repetir y sin convertirlas en dogmas cerrados o en letra muerta.
1 – Ser – siendo: Es lo que ella hizo, a su manera, con su vida y lo que quiero hacer yo, a mi manera, con la mía: Ser-siendo,inspirada en ella pero sin copiarla, porque eso sería Ser-copiando y cuando copias no eres.
2 – Feminista:de verdad, no de pacotilla, como ella escribe con la gracia de la que no está sujeta a leyes impiden la libertad a las mujeres y de todo el mundo. Feminista entonces, para mí, es la que se mueve Ex/Órbita en caminos de libertad femenina que no son lineales ni predefinidos sino espirales abiertos e impredecibles, porque responden a la vida, a todo lo vivo.
3 – Radical: algo muy bueno que hemos aprendido de las que van a la raíz de las cosas, a lo Profundo, como nombra Mary Daly. A lo que está debajo de la capa superficial de engaño que pretende ocuparlo todo y suplantar la realidad, escondiendo lo verdadero, lo genuino.Así que, para mí ser radical es no conformarme con explicaciones superficiales y buscar hasta entender.
4 – Filosofía: amor a la sabiduría, así de simple, un amor que está al alcance de cualquiera sin tener que pasar por los filtros de la academencia de la que también habla Mary Daly. El amor al saber y a la verdad no pertenece a nadie, pero siempre está a disposición de quienes lo practican. Mi amiga Saide Sesín me descubre una nueva palabra que desmonta con humor la erudición arrogante y autocomplaciente de quienes se dicen intelectuales. Ella dice: ¿Intele-Cuál? ¿Intele-Cuáles?
5 – Elemental: lo que nos constituye, los elementos primigenios, básicos, imprescindibles que hacen posible la vida y no la destruyen como hace el patriarcado, esa forma necrófila de sociedad, en la que toda institución legitimada está exclusivamente en manos de los hombres y de algunas mujeres secuaces seleccionadas. La sociedad caracterizada por la opresión , la represión, la depresión y la crueldad. Para mí, el patriarcado ya ha llegado a su fin porque muchas mujeres y algunos hombres ya no le reconocemos autoridad, pero todavía quedan muchos patriarcas violentos con poder que dañan todo lo vivo, lo elemental, en particular a las mujeres.
Hasta aquí unas cuantas palabras que podemos multiplicar recreándolas conforme a nuestra experiencia y abriendo mundo femenino sin dejarnos asimilar ni borrar.
La publicación de Ex/Órbita en lengua española y su lectura compartida es un Viaje, que quiere continuar el de Mary Daly por cuatro Galaxias. Es un trabajo de Hilanderas, de Brujas y Comadres que seguimos las enseñanzas de nuestras Ancestras, madres, tías , abuelas y autoras del pasado, pero también de nuestras Contemporáneas, hermanas, amigas, hijas, sobrinas y creadoras de mundo más allá de donde alcanza el imperio del terror de los patriarcas que se resisten con violencia a perder su dominio.

El símbolo que está en la cubierta del libro es una Labrys, la que usa Mary cuando decide contrarrestar el patriarcado siendo una mujer identificada como mujer, guerrera y filósofa. Labrys,es el hacha sagrada de doble filo de las Antepasadas y también de las feministas del Ahora. Es un símbolo femenino que nos acompaña y nos sirve para conseguir lo que necesitamos y queremos: recordar, saber, hablar y actuar como mujeres en favor de las mujeres. Una Labrys no es un arma del amo, porque no se lucra con la sangre ni con la destrucción, no mata la vida en ningún sentido, sino que Des-cubre, Des-vela, Des-tapa, Des-plaza, Des-hace la mentira y la violencia patriarcales y Re-establece el orden con sentido de la vida, que es el orden de la madre, derivado del hecho elemental y grandioso de que todas y todos nacemos de mujer. Es un orden que ama la libertad femenina, necesaria para que se dé también la masculina, donde lo primero es cuidarse y cuidar para vivir sin hacer daño y con felicidad.
Mary Daly, la Marinera del Mar subliminal, la Moradora de los Límites, la Extranjera, como ella se nombra, nos trae muchas de estas palabras que estoy diciendo como una pista para Re-Nombrar lo que cada una siente y para Ser- Hablando unas con otras. Para volver a Ser- siendo y dejar de ser muriendo, atrapadas en las trampas patriarcales.Ella nos hace una invitación Furiosa y Salvaje a Nombrar. A que nombremos cada una y cada vez. A Nombrar sin repetir, incluso lo que parece sublime como este libro, porque cada mujer que Nombra inicia algo Nuevo, su propio viaje, su aventura con ella misma y con otras, que es I-rrepetible.
De este libro, que es mucho más grande que yo, como escribió una vez Clarice Lispector, yo quiero hacer público mi agradecimiento a Mary Daly, por la inspiración que ha traído a mi vida y quiero compartir mi entusiasmo por este hallazgo. Lo vivo como un regalo inagotable que llegó a Sabina editorial de la mano de Carmen Martín Rojas,que lo estaba traduciendo por amor a las mujeres, sin interés de fama o de dinero, solo para devolvernos a todas tesoros que nos han robado.Carmen llegó a Sabina editorial de la mano de las Feministas Lúcidas de Chile, Andrea Franulic Depix y Jessica Gamboa Valdés. Las tres han creado y han mediado para que este libro esté ahora a disposición de todas en castellano/español, gracias a la excelente traducción de Carmen. Cada una podemos encontrar aquí hilos precisos, preciosos y reconocibles que reconectan nuestras vidas con la propia, con la de Mary Daly y con las de otras mujeres. Así podemos recomponer las redes que nos sostienen, los Tapices de la vida, como ella llama al vivir auténtico.Los Tapices del Paraíso de los que habla Emily Dickinson.
A mí este libro, como dije la primera vez que lo presenté, me ha dado una vuelta al alma cuando ya no lo esperaba y, sobre todo, me ha dejado abierta y preparada para volver a dársela tantas veces como sea necesario. Dispuesta para dejar caer lo que había ido convirtiendo en supuestas certezas, solidificadas y estériles. Dispuesta para ver con ojos nuevos cada vez que tengo/siento una Revelación.
De hecho, de la mano de Mary Daly , he empezado un cuaderno al que he llamado Cuaderno de Revelaciones, justo para no olvidar, para no enmudecer, para no quedarme paralizada. Y voy apuntando todo lo que me revela algo, aunque a veces parezca solo un destello fugaz y tenga la tentación de quitarle importancia y dejarlo escapar. He aprendido que si no lo apunto y no lo hablo con otras se me escapa como el agua entre los dedos. Por eso estas reuniones virtuales y otras presenciales.
Muchas feministas ya están leyendo Ex/Órbita y agradezco mucho sus comentarios. Las hay entusiasmadas desde el principio al final. Las hay resistentes a esa manera de escribir de Mary Daly en espiral, yendo y viniendo, Fuera de Órbita, que es como vivimos de hecho el Viaje deslumbrante que es la vida. Una manera de escribir que puede llevar a pensar que se está repitiendo, y esto lo dicen algunas lectoras. Yo lo comprendo porque también lo pensé al principio, pero ahora he entendido que me ha ocurrido porque nos enseñaron desde niñas a escribir y a leer linealmente, con unas reglas rígidas que impiden saber y entender la realidad, ya que están hechas sobre todo para aprender a repetir. Son reglas más de hombres que de mujeres,porque que a la mayoría de ellos todavía les cuesta hacerse cargo de lo vivo y de responder a ello más allá de reglas establecidas.
Releyendo, me he dado cuenta de que es una maravillosa estrategia de Mary Daly para que te detengas y seas capaz de desviarte de los caminos cegados de antemano y que no llevan a ningún sitio, pues son autorreferenciales, te hacen dar vueltas y vueltas en órbitas prescritas para que creas que estás viajando o creando, impidiendo que lo hagas de verdad.
El Viaje de Mary Daly es su autobiografía contada como el viaje de una parte de su vida, en el que va recorriendo cuatro galaxias mientras crea/escribe sus cuatro primeros libros con una gran libertad.
En La Primera Galaxia (1928- 1970) Momentos de Profecía y Promesa, de la que hablaremos hoy, aparece pronto su deseo de ser Filósofa y de su Misión Rompe-Tabúes. Ella quiere romper el Tabú terrible contra el vínculo femenino que supone el contacto físico y emocional directo entre mujeres. En esos años viaja a Europa y todavía se siente “una minoría cognitiva de solo una”, aunque intuye que hay otras como ella, no tienen todavía contactos entre sí, ni tienen las palabras ni las redes necesarias para reconocerse unas con otras. Sin embargo,se da cuenta de que tiene un sentido de orientación que la guía. En esta Galaxia ya ha decidido ser escritora y empieza a preparar su primer libro La Iglesia y el segundo sexo.
Está a punto de saltar de las órbitas del sistema patriarcal y sus códigos, y de nombrar sus conexiones: la religión de los padres, el sistema de cuotas para las mujeres, las estrategias de borrado, inversión y asimilación desde la academia, a la que pronto llamará academencia.
Ella desmonta las farsas de cada una de estas órbitas y se adelanta a su tiempo decidiendo, por ejemplo dejar morir en paz a su madre y escribirlo así, o conectando los problemas ecológicos con el patriarcado, porque se da cuenta de que la destrucción del medio ambiente y la opresión de las mujeres están vinculados.También distinguiendo lo que llama el Mar de conocimiento subliminal de las mujeres bajo el patriarcado,para que no se confunda con las teorías de moda del “inconsciente colectivo” del psicoanálisis, que son opresivas para nosotras.Y así, sin dejar de navegar Ex/Órbita, salta a la segunda Galaxia espiral, de la que hablaremos en el próximo encuentro.
Esta ha sido mi lectura de la primera Galaxia y ahora os paso la palabra para oír y aprender más y más con vuestra lectura de Mary Daly. Con las palabras que os han tocado el alma y el cuerpo, el cuerpo almado como yo lo llamo, con los descubrimientos que os han inspirado, con lo nuevo que habéis visto, con lo que os ha cambiado con el placer de leer a otra que abre puertas y enciende la luz para que tú te las compongas con las mujeres con las que compartes tu vida no olvidando, hablando y actuando en lo que esté en tu mano como tú consideres mejor.

La inversión patriarcal de la E. Rayén Mancilla Lorca

El mal llamado “lenguaje inclusivo” está posicionándose cada día con más fuerza en las instituciones, sobre todo en la academia. Este consiste mayormente, en cambiar el pseudo-genérico universal -O (todos, ellos, nosotros, etc) por otro pseudo genérico universal -E (todes, elles, nosotres, etc). La demanda de este cambio en la lengua, viene desde el sector de las “disidencias sexuales” o ahora llamadas “disidencias sexo-genéricas”, en nombre de la tan manoseada inclusión. Sin embargo, como plantea Andrea Franulic “la -e no está tampoco visibilizando lo femenino, al contrario, también lo absorbe (lo incluye). En el español, la -e es un morfema que expresa un predominio del masculino: estudiantEs, profesorEs, pescadorEs, doctorEs, etc”. Esta modificación forzada de la lengua, supuestamente recoge un reclamo histórico de inclusión de parte de las mujeres feministas y nos intentan convencer de que nos resuelve el problema; ya que una vez que se instale, por fin estaremos incluidas en este lenguaje modificado. Nada más lejos de la realidad; de hecho, es sólo un engaño más. La imposición del “lenguaje inclusivo” es un engaño patriarcal, propiciado por lo que la autora Mary Daly llamaría “los métodos de mistificación masculina” de los que se sirve el patriarcado, esta vez para mantenernos absorbidas e invisibles en la lengua.

La autora Mary Daly (1978), en su libro Gyn/Ecology, analiza el patriarcado como una religión y discute cuatro métodos que son esenciales en lo que ella llama “el juego de los padres”-patrones demoníacos incrustados en nuestra cultura. El primer método correspondería al borrado de las mujeres, este se aplica en la imposición del “lenguaje inclusivo”, ya que la utilización de la -E primero que todo borra a las mujeres; en ninguna parte se nos nombra con la -A, morfema que realmente nos visibiliza. El en segundo método correspondería a la inversión, donde los patriarcas dan vuelta la realidad; ahora, los disidentes sexuales, que incluye a hombres gays, hombres “trans-identificados”, hombres “no binarios”, son los “verdaderos invisibilizados” en la lengua; no las mujeres, que hemos sido absorbidas una y otra vez en estos pseudo-genéricos-universales. El tercer método que esta autora presenta, es la falsa polarización, que se puede apreciar en la narrativa del lenguaje inclusivo, ya que intentan mostrarnos el uso de la -O con la -E como si fueran dos opciones contrarias, cuando en la realidad son lo mismo, ya que los dos expresan predominio de lo masculino. El cuarto método que Mary Daly descubre, es el divide y conquistarás; así la controversia del uso de la -E nos mantiene a las mujeres divididas y peleándonos entre nosotras; ya que unas defienden el uso de la -E como inclusivo o como lo políticamente correcto; mientras que otras, lo criticamos, por ser más de lo mismo. Como dice Mary Daly “las perspectivas patriarcales, funcionan como agendas escondidas selladas en la textura del lenguaje, enterradas en los mitos de inversión que controlan la lógica poderosamente, porque no son reconocidas” (13). Por esto, la importancia de estar atentas y levantar críticas a la exigencia del uso de la -E como el nuevo pseudo-genérico universal, ya que así podemos sacar a la luz la perspectiva patriarcal que esta demanda intenta esconder.

En conclusión, la imposición del “lenguaje inclusivo” es un artificio más del patriarcado. De ninguna manera nos resuelve algo a las mujeres; sino más bien, viene nuevamente a reformar y afirmar la misma dominación de la subjetividad masculina como la universal en el lenguaje, sólo que esta vez lo hace de la mano de la -E. Los patriarcas, carentes de imaginación, utilizan los mismos métodos una y otra vez, para así mantener su dominación; por ello, es importante conocer sus métodos, de esta manera cada vez se vuelven más evidentes y podemos verlos claramente.

Bibliografía:

Franulic, Andrea. “La “E” nos excluye y menos mal”, https://andreafranulic.cl/lenguaje/la-e-nos-excluye-y-menos-mal/

Daly, Mary. Gyn/Ecology. Boston: Beacon Press, 1978.

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Escritos de Feministas Lúcidas

Aprender a ver con la visión de la libertad femenina. Jessica Gamboa Valdés

Sobre la Política visual de la autoridad. El origen materno de la visión[1]

Cuando una mujer se significa a sí misma libremente es que sabe, porque lo siente en sus entrañas, que su ser mujer no obedece a imposiciones o determinantes sociales, sino, a la autoridad de la madre. Autoridad entendida como relación mediada por el amor y la confianza que la hace crecer, porque no la empequeñece ni la anula como lo han hecho históricamente el orden patriarcal con su política sexual y la violencia hermenéutica universitaria de la que nos habla María-Milagros Rivera.

Sofonisba Anguissola
autorretrato frente al caballete. (1556)

La autoridad que proviene de la madre es el sostén simbólico de toda criatura humana porque, mujeres y hombres, tenemos una madre, es decir, una mujer que nos da la vida y, de ella y con ella, es que aprendemos a hablar y a mirar el mundo. Por ello, el descubrimiento de la autoridad femenina realizado por las mujeres de la Librería de Mujeres de Milán, en el último tercio del siglo XX, adquiere tanta importancia y sentido para la dimensión política de la mirada, dimensión que se puede reconocer en las mujeres que nos anteceden como Sofonisba Anguissola, Cristina de Pizán y otras. Esta dimensión política es visible gracias al feminismo de la diferencia y su radicalidad para nombrar la experiencia femenina, experiencia enraizada en la matriz del mundo pues, siempre antes, una mujer.

Luisa Muraro en su texto La verdad de las mujeres, nos hace ver que la objetivación es la maniobra masculina enmascarada de saber científico que suprime la experiencia del otro, especialmente, la experiencia femenina. De ese modo, «la verdad» se transmite de hombre en hombre, genealógica y jerárquicamente, dice Luce Irigaray,[2] como hacen el maestro al discípulo o el padre al hijo, garantizada siempre por su propia palabra. En consecuencia, los modos de mirar y representar en las culturas y sociedades occidentales que han tenido como medida, por un lado, al hombre como sujeto del discurso y, por otro, la política sexual patriarcal que no concibe la relación de los sexos y entre los sexos sin poder, sin coacción ni jerarquía, han encapsulado el mirar desde una lente sesgada por el androcentrismo, sin visión.

¿Cuántas de nosotras hemos tenido la experiencia de tener que pasar por la vista/visión del mundo masculino y sus reglas, dando tumbos, enfermando o enmudeciendo?

Puedo afirmar que muchas. Sin embargo, más que unas cuantas hemos caído en la cuenta de que el patriarcado ha llegado a su fin porque no tiene crédito en nuestras vidas, y que no somos el objeto, pero tampoco queremos ser el sujeto, sino simplemente mujeres libres con independencia simbólica del orden socio-simbólico masculino.

La mirada femenina libre restituye la autoridad de la madre al reconocer el más de la otra -o de las otras- siempre en relación de disparidad, de esa forma, no se prescinde de los vínculos, ni se reniega del amor como mediación y medida para la propia libertad, la libertad femenina.

Me siento agradecida y cercana con la apuesta por la política de lo simbólico de la política de las mujeres, porque no recurre a la lógica del poder/saber ni a las antinomias de los discursos institucionalizados, aunque, a veces, intenta entrometerse, pero sabemos que allí no hay espacio para la verdad dicha por las mujeres.

Las mujeres libres queremos mirar (nos) y hablar con palabras vivas, encarnadas y fiadas en el sentir propio, fieles a nuestro ser mujer.


[1] El texto es un ejercicio para la asignatura «Las artes de la visualidad política sexual / política visual» del Máster en La política de las mujeres – Duoda – UB.

[2] En el principio era Ella. Un retorno al origen griego arcaico de nuestra cultura. Ed. La llave. Barcelona, 2016. P, 9.

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Escritos de Amigas de Feministas Lúcidas

Corriente de Sentires. María José Blanco

«Somos lesbianas por opción» titula la entrevista,
y pienso en el momento en que decidí amarte-amarme más que a nadie.
Tomar tu mano pese a todo, bailar contiga y armar juntas lesbiandad.

Pienso en las ganas intensas de vivir la lesbiandad con las amigas,
y armar-amar comunidad hasta viejitas.
Viendo la belleza de nuestras arrugas,
valorando en cada cana la grandeza de la otra.
Vieja, bien vieja.

Vieja me siento a veces, grande y llena de la experiencia conjunta
de toda la ginealogía de mujeres que decidieron y deciden amarse.
En público o en privado.
Amarse bonito entre semejantas.

¿Es acaso decisión amarse?

Sí… no …a veces … tal vez…

Como el juego que tenía de niña entre los dedos,
ese del papel doblado cuatro veces cuatro,
y mis dedos dentro como ahora están dentro de un cuaderno
y otras veces bailan en tu universa y anidan en ti.

Me duele el brazo amora, me duele y sigo escribiendo…
¿Cuántos brazos optaron por amarte?
¿Cuántos cansancios optaron por escribir?
¿Cuántas lesbianas optaron por no amarse?
A pesar de todo,
A pesar del diario,
a pesar de Ayuquelén,
A pesar de Mónica Briones
o justamente por la experiencia de ella.

Quiero a veces que el reloj se detenga,
y descansar el brazo, y descansar del mundo,
para que ninguna opcione amarse y tan sólo se ame.

Que cada mujer se ame,
se ame intenso y en grande,
se ame a sí y a otras.
Sin reloj que suene en 15 minutos,
sin dolor en brazo.
Con la madre, con la hermana,
con las amigas, con la amora,
con la tiempa y la espacia de su lado.
De nuestro lado,
y nunca, nunca contra las espadas filosas que cortan
las horas y segundas de escribir y de amarse.

La corriente de la conciencia no va conmiga,
prefiero la corriente de sentires.
Me gusta cuidar y dejar lo preciso,
leer una y diez veces,
besarte una y mil veces.

Ya no quiero seguir escribiendo
¡Mi letra amora!
esa que era bonita como un parque de atracciones,
ya no la quiero ni mirar,
no la entiendo amora,
se ha descompuesto,
como cuando una se descompone
al no hacer lo que tu deseo dice que hagas

y sigo aquí escribiendo sin deseo,
como las amoras que perdimos en la heterosexualidad obligatoria,
esa impuesta por el opresor masculino
que te hace optar por ser lesbiana
en vez de dejarte en tu universa femenina
y ver con los ojos de la alma entera

Que no hay existencia sin lesbianas,
que no hay vida sin la amora,
y menos entre las mujeres que vuelven a la lesbiandad sagrada,
donde la vida y ser lesbiana es un río continuo.

Si ser lesbiana es una opción, las otras no las quiero.

Y a ti te quiero con la alma-cuerpa entera.

Las otras quemémoslas amora,
en la hoguera de las brujas quemémoslas todas
y saquemos a las brujas,
ya que ellas decidieron amarse-amarse.

Que no sé vivir de otra forma

y si la hay

esa

no la quiero.

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Escritos de Amigas de Feministas Lúcidas

Sentir la serpiente en las aguas. Diana Carla

Antes de iniciar la lectura del siguiente texto,  me gustaría destacar el hecho de que esta investigación fue realizada para el espacio curricular  “Historia del Arte” de la carrera “Profesorado en Artes Visuales” que actualmente curso. Teniendo en cuenta esto, hallarán dos partes que convergen en este hilado de palabras, el primero es su parte “académica” que fue un punto central exigido por la cátedra y el segundo es el sentir que pongo en juego allí desde mi propio partir de sí. La elaboración de este tejido fue realizada a medida que las palabras iban surgiendo, las precisas, pues sentía que escribir más sería perder el sentido que tiene.

Este hilado no hubiera sido posible sin la ayuda y el tiempo de la pensadora, investigadora, maestra Adriana Alonso Sámano, quien en todo momento dispuso de su atención para que le consultara aquello que fuera necesario. La relación con Adriana, relación mediada por el amor y la verdad, el amor a la verdad, fue alimento fértil para nutrir todo este desarrollo, desde el compartir de imágenes hasta los mensajes/ audios donde charlamos respecto a algunas miradas que nos incomodaban, pues sentíamos que no hablaban desde la verdad.

Zambullirme en la mar de la cocodrila escamosa, criatura originaria de las aguas primordiales, me permitió conectarme con mi geografía, con mi mar. Mar que escucho cada mañana al despertar, desde la ventana de mi habitación y en cada esquina de mi hogar, mar patagónico. Escucho a la monstrua llamándome, invitándome a nadar a su lado, a danzar cual sirena en la humedad de la infinitud de la verdad, verdad que a una le produce placer. Gracias a Adriana aprendí que Pactli significa “gozo, alegría”, la monstrua trae consigo la alegría de la lengua materna, el gozo de saber de dónde venimos, nuestro origen materno.

Las invito a disfrutar, a gozar de toda esta mezcla, este popurrí de texto, imagen que se enraiza en el Mundo, en el Sur y el Norte que se unen en el tejido de una relación que recién inicia y que espera seguir estando sustentada por la visión de la realidad.

“La sabiduría original femenina, fluye desde el Ombligo de Luna[1], nace de la sangre y de las aguas primordiales de la madre. El origen de todo es femenino. Presencia original femenina precedente e infinita” Adriana Alonso Sámano.

1-ce cipactli – one crocodile – Lucky

Tonalpohualli, el calendario sagrado azteca, El primer día, Cipactli,. Omecihuatl. Trecena del cocodrilo.

Inicio este escrito en las profundidades de las aguas, donde hallamos a la monstruosa criatura marina, Cipactli. Ella era la única criatura acuática que existía en ese momento hasta que Quetzalcóatl- en alianza con Tezcatlipoca– la engañaron para finalmente asesinarla, con el propósito de “crear” la tierra. Utilizando su cuerpo como punto de partida, estiraron su piel para crear una superficie que posteriormente dividieron en dos y así delimitaron lo que hoy conocemos como cielo y tierra.

Cipactli en lengua náhuatl significa monstrua, tierra, origen[2]. Ella es la diosa monstruosa marina y terrestre de los orígenes, es origen de vida y del tiempo. La cocodrila- tierra con su cuerpo lleno de escamas, su espalda forma la corteza terrestre, “es la tierra misma metida en el agua, susbstancia de la vida; además su significado implica la enorme bondad de la abundancia que la tierra ofrece con la vida”[3]. Entre las apreciaciones de la  palabra Cocodrilo ( de origen griego, krokódeilos) nos encontramos con referencias mitológicas propias de las dragonas (del latín draco y este del griego δρακων, drakon, ‘víbora‘ o ‘serpiente)’, precisamente sobre su fertilidad[4]. Las aguas sagradas en las que se sumerge la diosa acuática forman parte de su fecundidad, la mantienen alejada de toda impureza. Asimismo su representación en el calendario azteca, estableciéndola como primer día[5], pues ella es materia pura, el estado inicial del todo.

Descubriendo a la monstrua

La serpiente, cocodrila, dragona[6] de la cultura mesoamericana se une a las innumerables diosas que han sido terriblemente tergiversadas por las historias contadas por los patriarcas, relatos en las que la figura de reptil es símbolo del mal, demoníaca y, por lo tanto, debe ser eliminada (Perseo asesina a la Diosa Medusa; San Jorge a la dragona de Inglaterra; en la Mesopotamia, Marduk vence a Tiamat, etc).[7]
Antes de este cambio de significado y sentido, la figura de la serpiente expresaba la sexualidad femenina[8] ( junto a otros signos como la espiral, la perla, la rosa, entre otras[9]), el placer libre de cada mujer que es clitórico[10] y que se encuentra manifestado en numerosas representaciones desde los inicios del mundo hasta la actualidad (Diosas de las serpientes de la civilización minoica, datadas hacia 1600 a. C; Coatlicue, Diosa de la falda de serpientes, y Cihuacóatl, serpiente hembra o mujer serpiente, provenientes de la civilización mesoamericana;  pinturas de las artistas Hilma Af Klint (Suecia, 1862-1946) y Georgia O’Keeffe (Estados Unidos, 1887-1986); intervenciones en la naturaleza realizadas por la artista cubana Ana Mendieta (1948-1985) , por mencionar algunos ejemplos).

La serpiente que se mueve en zig-zag, su movimiento espiralado entre tierra y agua que lo mezcla todo, trayendo consigo la armonía de la creación que está presente en el Chaos. Caos que no separa, no genera división en la vida y que no refiere al desorden ni a la confusión sino a la reunión de todos los elementos, a su coexistencia pacífica en el mundo.

Regresar a la Diosa

Cabeza de Cipactli junto a espirales

“Todas venimos de la diosa

Y a ella regresaremos

Como una gota de lluvia

Fluyendo hacia el océano” Moving Breath [11]

El misterio de sumergirnos  en las aguas misteriosas de la monstrua nos permite develar muchas verdades que no alcanzamos a ver pero sentimos, como expresa magníficamente la filósofa independiente, Bárbara Vernizi, “Los ojos de la vista no llenan toda la carne de la visión”[12]. Cipactli es la que siempre está antes[13], es el origen femenino imborrable y a la que siempre retornamos cuál espiral, cíclica e infinita; huella marcada en la piel cuál escamas de dragona.

Homenaje a Cipactli

Investigar a la cocodrila originaria de Mesoamérica trajo consigo mucha luz, mucho movimiento en la infinitud que ella manifiesta. Cipactli me regaló unas palabras hechas poesía en la inmersión[14] a sus aguas.

«Una mujer-diosa de las profundidades,

Monstrua caótica

Danza en las aguas

Movimientos del origen

Inmersa en la Mar salada encuentro tu vientre armonioso

Hogar de las entrañas, tejido de espirales y escamas

Mujer-diosa

Madre monstruosa

Abre mi sentidos a tu lengua sagrada»

Poema al origen, a Adriana Alonso Sámano

Junio 2022

Bibliografía:

  • Alonso Sámano, Adriana. 2020. “Volver a Ella: La otra en mí. Raíces originales maternas femeninas reencontradas. Un collar de perlas” http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/182793/1/TFM_Adriana_Alonso_S%c3%a1mano.pdf
  • Arrellano Hernández, Alfonso. 1995. El monstruo de la tierra: Una revisión. Religión y sociedad en el área maya. Coordinación de Humanidades UNAM.
    Barrera Vázquez, A. 1976. La ceiba-cocodrilo. Anales Del Instituto Nacional De Antropología e Historia.
  • Rivera Garretas, María-Milagros. 2020. El placer femenino es clitórico. Colección a Mano, Edición Independiente.
  • Rodrigañez Bustos, Casilda. 2009. Pariremos con placer.  Ediciones Crimentales S.L
  • Verzini, Bárbara. 2021. La madre en la mar. El enigma de Tiamat, Verona-Madrid, Colección a Mano, Edición Independiente. Traducción del italiano de María-Milagros Rivera Garretas.

[1] Adriana Alonso Sámano hace mención en su texto sobre el origen de México, haciendo referencia a las palabras en náhuatl: Meztli: Luna, y Xic: Ombligo: En el ombligo de la Luna.

[2] Traducción de Alfredo Barrera Vázquez en La ceiba-cocodrilo, 1976.

[3] Ibídem, p. 205

[4] Arrellano Hernández, Alfonso. El monstruo de la tierra: Una revisión. Religión y sociedad en el área maya, 1995.Coordinación de Humanidades UNAM. p.16

[5] Cipactli es el inicio del Tonalpohualli, el calendario sagrado azteca, característica que se repite en la mayoría de las civilizaciones mesoamericanas.Fuente: Wikipedia. Revisada el 01 de Julio de 2022

[6] Arellano Hernández menciona en su texto que en la plástica prehispánica era común mezclar elementos de diferentes animales o plantas para formar un solo ente.

[7] Amplía este hecho Casilda Rodrigañez Bustos al referirse a la desaparición de la serpiente en Pariremos con placer, 2009.

[8] Ibídem

[9] María – Milagros Rivera Garretas. 2020. El placer femenino es clitórico. Colección a Mano. Edición Independiente.

[10] Ibídem

[11]Letra de la canción “We All Come From The Goddess“ interpretada por el grupo femenino, Moving Breath. Traducción revisada el 30 de Junio del 2022 (https://www.letras.com/moving-breath/539040/traduccion.html)

[12] Ver Verzini, Bárbara. 2021. La madre en la mar. El enigma de Tiamat.Colección a Mano. Edición Independiente.

[13] Esta idea la desarrollan varias autoras, algunas de ellas son: María-Milagros Rivera Garretas; Barbara Verzini; Andrea Franulic Depix; Adriana Alonso Sámano.

[14] Así titula Bárbara Verzini uno de los capítulos de su libro.


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