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Escritos de Amigas de Feministas Lúcidas

Lengua Materna: Voz y sentir de las entrañas / Lengua de Diosas. Adriana Alonso Sámano

Lengua Materna: Voz y sentir de las entrañas / Lengua de Diosas

A mi querida Maestra y Amiga, Andrea Franulic Depix

Adriana Alonso Sámano

29/04/21

Nacer y hablar son hechos que van unidos de manera indisoluble: respirar y emitir sonidos. El aire es tan indispensable para la fonación como para la vida; comunicarnos y vivir; estar en relación y vivir. Cuerpo y palabra constituyen una unidad, cuya autora es la madre.”




Andrea Franulic Depix1
 

Deseo agradecer infinitamente a mi escritora favorita, después de leerla tantos años ahora tengo la gran fortuna de sentir que es mi amiga favorita, la preciosa Maestra de Lengua Materna, Andrea Franulic Depix, por abrirme las puertas de su hermoso espacio de relaciones fértiles con sus queridas alumnas y alumnos que yo sé que ella ama profundamente.

Tener a la Doctora Andrea como Profesora de Lengua es de verdad una gran fortuna en este mundo, porque Andrea es una mujer y maestra infinita y maravillosa que siempre habla en Lengua Materna. Habla en lengua materna porque habla siempre desde sí misma, desde la experiencia de sus entrañas, y se nombra y enuncia en femenina libre, no habla desde el supuesto “sujeto masculino neutro” de la academia. La autenticidad de su sentir trae al mundo la verdad en su presencia y en sus palabras mágicas que nos encantan y despiertan al deseo original y libre de hablar y nombrar/se en nuestra lengua original, la lengua de la madre. Lo que nos hace amarla es la magia y misterio de la lengua materna de Andrea, lo que nos hace disfrutar tanto de sus lecciones, textos y conversaciones.

Habrán notado que los discursos académicos o de partidos “políticos”, de los medios etc. están en un lenguaje desalmado, desencarnado, sin misterio, aburrido, teórico e ideológico de las ideas, que repite el pensamiento del pensamiento de otros, siempre en masculino, incluso de mujeres que intentan incluirse en un masculino supuestamente “neutro y universal” que repite el canon oficial patriarcalizado; este es el lenguaje del poder, no es lengua materna. La lengua materna no hace copias falsas de la experiencia.

Cito las palabras de la Maestra Andrea:

“Pensemos en la mujer clitórica, la mujer clitórica que tiene independencia simbólica de lo masculino, es aquella que recontrata o contrata más bien con la madre, la mujer clitórica contrata con el origen, es la mujer que busca su autenticidad. Entonces, esa independencia simbólica que andamos anhelando aparece solamente en este caso con la contratación con la madre. La llamada independencia simbólica que sucede en la sociedad del padre es la que nos trae como costo el desorden simbólico, esto es lo que nos cuesta esta independencia en la sociedad del padre, nuestro desorden simbólico y finalmente nuestra mudez.”

Andrea Franulic Depix 2

El costo de la supuesta independencia patriarcal del “sujeto neutro universal”, independencia del origen materno, es la inautenticidad.

La mujer clitórica, visión genial de Carla Lonzi, es la forma auténtica de concebir, dice María-Milagros Rivera Garretas, no sólo criaturas humanas, de concebir al mundo, concebirse y concebir conceptos en Lengua Materna. Son mujeres que conciben libremente. Están unidas con los hilos indestructibles de femenino libre que trascienden tiempo y espacio. Tiempo y espacio encarnado y poético de la creación femenina libre y auténtica.

La mujer clitórica es La que sabe. La que nombra. Porta y trae al mundo la medida de la lengua materna original y originaria desde otro mundo, sus entrañas. Porta y trae al mundo la libertad femenina original e infinita.

En su biografía poética y magnífica de la poeta, escribe la Maestra María-Milagros Rivera Garretas sobre Sor Juana Inés de la Cruz y la Lengua Materna: “Le bastó, y nunca la corrompió, la lengua materna, “recurso natural, innata ciencia”, por tomar de un verso de su Sueño.” 3

Destaca cómo Sor Juana trae al mundo la concepción femenina y mística original con el Misterio clitórico de la Concepción Inmaculada de la Virgen. Concepción Inmaculada de sus criaturas y del verbo: La Lengua Materna. Cómo, Sor Juana, la gran escritora, fuera de este mundo, fue una gran mujer clitórica, artista de las entrañas, mística, científica y política que siempre concibió, habló, escribió y vivió en Lengua Materna.

La Mujer clitórica concibe inmaculada a la Lengua Materna. Concibe a la Diosa Lengua Materna dentro de sí, volviendo a Ella. Las Diosas Madre conciben criaturas sin coito y conceptos sin falo, dice María-Milagros Rivera. Conciben la Lengua Materna, la lengua del sentir de las entrañas que enseñan a sus criaturas. La lengua del sentir original.

La madre y su lengua son usurpadas durante el patriarcado, negando el origen materno y la lengua del sentir las entrañas. Producen el lenguaje del poder reglado que ya no coincide con el sentir sino con el poder masculino y sus instituciones que intentan apropiarse de la lengua y obras de la madre, aunque nunca puedan lograrlo.

Lengua Materna porque cuerpo y palabra son dones y obras de la madre.

Voz y sentir de las entrañas, porque dicen fielmente el sentir original de la experiencia que nace en las entrañas. Lengua con la que se aprende a nombrar lo que nace, lo que siento y lo que soy, y que está unida a mi voz propia y mi esencia original, única y misteriosa en el mundo.

Lengua de Diosas, porque Ella está siempre antes, como lo nombra constantemente María-Milagros Rivera. El origen de la humanidad es femenino. Son las Diosas Madre, alegoría en lengua materna de la excelencia de la experiencia femenina y su potencia creadora infinita, origen de la civilización humana y la Lengua Materna. Ellas conciben la lengua y conciben siempre en lengua materna.

Para no confundirnos con los lenguajes del poder, que son falsos y posteriores, que no son lengua materna, porque no nombran el sentir sino la imposición de la ficción del poder, repiten el mensaje violento que niega la precedencia materna y la experiencia de las entrañas como fuente del saber.

La lengua materna es anterior a la falsificación de los lenguajes del poder. La lengua materna no imita la tendencia destructiva y negadora del origen materno del poder, no hace copias oficiales de su falsedad. Dice la verdad de la experiencia y el sentir. Nombra el sentir original del cuerpo, sus entrañas y experiencia sexuadas. Es la lengua con la que aprendemos a hablar, nombrar, concebirnos y concebir al mundo, la que nos enseña nuestra madre, y quien por ella, la lengua que nombra desde el sentir y la experiencia propias.

En mis experiencias poéticas interesantes, por ejemplo, cuando estoy inspirada, a veces nace o viene una voz interna que habla con la voz del misterio, dice cosas inspiradas y locas, que después son una guía en mi vida y en mi investigación sobre las Diosas. Quizá, cada una y cada uno de ustedes haya sentido algo parecido o desee investigar dentro de sí para sentir y escuchar esas voces o visiones poéticas que viven en el interior. Todas tenemos experiencias profundas e inspiradas que pueden ser una voz, una visión, un sentir profundo, un éxtasis, una gran intuición, amor infinita. 

La lengua materna habla siempre desde la experiencia, experiencia que siempre es de las entrañas. ¿Sabían que sentimos y pensamos con las entrañas? Las entrañas están llenas de redes neuronales, todo nuestro cuerpo viviente, sensible y sintiente es quien siente, piensa e imagina, se siente a sí y al mundo desde sí misma, desde la propia experiencia.

La Diosa Ariadna de Creta, Señora del Laberinto: dentro de los labios: las entrañas. Con su hilo de oro recorre el tránsito misterioso dentro del laberinto de las entrañas que originalmente fueron las cuevas: vientre y matriz de la madre. Diosa Madre de las cuevas, del misterio de las entrañas, del interior de los labios, del interior de la Tierra. Con sus Labrys concibe la lengua materna en su camino por las entrañas.

La verdadera vocación en lengua materna es esa voz interna, esa “Llamada” desde lo profundo que te invita a hundirte en la mar infinita de tus entrañas y tu experiencia, en la Mar original de las Diosas Madre y su Lengua Materna.

Cuando una pequeñísima niña, en fase embrionaria, se forma en la matriz de su madre, su boca, labios, garganta, laringe, mandíbulas, y su matriz, vulva y pelvis, se conciben al mismo tiempo, se conciben y nacen unidas. Este misterio femenino es la evidencia de que el sentir original y la voz profunda del sentir, que habla en lengua materna, están original e íntimamente ligadas con nuestras entrañas femeninas. Por supuesto que hablar, escribir, cantar, crear, concebir y vivir en lengua materna nos cura de violencia simbólica y enfermedades dolorosas.

La Maestra y filósofa italiana de la diferencia sexual, Barbara Verzini, en su joya reciente de libro: La Madre en la Mar. El Enigma de Tiamat, revela en Lengua Materna el Enigma de la Diosa Madre sumeria Mummu Tiamat, La Gran Madre de la Mar, de las aguas profundas, el chaos armónico y creativo de las entrañas femeninas, la experiencia y la lengua materna. Madre de la palabra prima y primitiva: Mamá.

Ya en el mito patriarcal, el falso dios Marduk, arrancado de su madre desde su nacimiento, asesina a la Diosa Madre Mummu Tiamat, desmembrando su cuerpo y sus obras, el cuerpo y la lengua. Mutilando la M de Mummu y reduciéndola a Ummu, negando la primera M de Mamá, de Mar, de Misterio de la Gran Madre Mummu Tiamat. Deformando y usurpando el origen materno, la lengua y sus potencias.

En México sucede lo mismo con las Diosas Madre. La Diosa Madre Chalchiuhtlicue: La de las faldas de jade, de aguas, Señora de las aguas, las Mares y la Luna, Madre de México, es asesinada y desmembrada por el falso dios usurpador Tláloc, para intentar arrebatarle sus potencias. Todavía hoy, a muchas representaciones de la Diosa Chalchiuhtlicue se les reconoce falsamente como el dios asesino Tláloc.

Cito a la Maestra, Barbara Verzini, en relación a la esencia infinita de las Diosas Madre:

“Una madre no puede ser medida ni ordenada por la anchura finita de una espada.

Madre es una palabra inviolable.

Mummu nombrando la perfección del sexo femenino abierto a la creación, sin necesidad del falo, nombra, por tanto, la inviolabilidad de la potencia generadora, que no puede nunca ser definitivamente medida y, por tanto, despedazada por una espada.

Mamá es la abertura a lo infinito que no implica necesariamente la apertura a lo otro, a otro cuerpo.

Toda mujer es Tiamat porque a cada mujer lo infinito le pertenece.

Mummu, que no es Ummu, nos anuncia que toda mujer nace hija y madre, porque toda mujer es prefálica, porque toda mujer es inviolable, porque toda mujer genera y crea en sus aguas saladas sin ser tocada por la ley del Padre, por el orden de la espada.”

Barbara Verzini: La Madre en la Mar. El Enigma de TIAMAT 4

Infinitas, la Madre y su Lengua Materna, no pueden ser tocadas, desmembradas ni reducidas por la medida finita y falsa de una espada, como lo nombra magistralmente la Maestra Barbara Verzini.

El Sentir de cada criatura nace en el nacer de su madre, sentir y estar en contacto/tacto con ella, en sus entrañas acuosas, sentir el latido de su corazón y su agua cálida nutritiva. Sentir del sentido del tacto y de sentirse a sí misma.

La lengua materna está hecha para aquellas y aquellos que no saben qué decir, dice Luisa Muraro, en su texto: La alegoría de la lengua materna5, para quienes estamos en el silencio original, sintiendo. Si hacemos silencio, paradójicamente oímos, escuchamos, escuchamos nuestro sentir silencioso corriendo y palpitando como nuestra sangre. Sentir mi cuerpo es la experiencia previa a la lengua, lengua que nuestra madre nos da después de darnos la vida, el cuerpo y su sentir, nos regala como un don mágico para traer al mundo nuestra experiencia propia, única, infinita y misteriosa.

“Voy ahora a contarte cómo he entrado en lo inexpresivo que siempre ha sido mi búsqueda ciega y secreta. Cómo he entrado en lo que existe entre el numero uno y el número dos, cómo he visto la línea de misterio y fuego, y que es una línea subrepticia. Entre dos notas musicales existe una nota, entre dos hechos existe un hecho, entre los granos de arena, por más juntos que estén, existe un intervalo de espacio, existe un sentir que está entre el sentir; en los intersticios de materia primordial está la línea de misterio y fuego que es la respiración del mundo, y la respiración continua del mundo es lo que oímos y llamamos silencio.”

Clarice Lispector: La pasión según GH

Experiencia: Pasaje hasta el sentir de las entrañas

Cierro los ojos, relajo mi cuerpo, voy recorriéndome con una sensación cálida, suave y luminosa, voy sintiendo y relajando placenteramente mi cabeza, hombros, espalda, pecho, entrañas, caderas y piernas, vuelvo a mis ojos, siento por dentro lo acuoso de mis ojos, mi lengua, garganta, corazón, pulmones y mis entrañas, siento el mundo vivo y misterioso que soy, que son mis entrañas…

Siento mis entrañas profundamente, siento como corre la vida en mis entrañas, como palpitan y se mueven con mi respiración, siento mis pulmones expandiéndose elásticamente y las arterias principales de mi corazón, siento mi garganta y mi lengua suaves y fuertes, mucosas y elásticas…

Voy recorriendo mis entrañas como dentro de un laberinto precioso recubierto de carne viva y sintiente, un laberinto sagrado que comienza dentro de mis labios y mi lengua y me conduce a mis entrañas profundas, voy recorriendo el misterio dentro de mis entrañas y viajo libremente…

En este estado misterioso del sentir viene a mí la voz de mi lengua materna…

Siento mi voz, el murmullo suave de mi esencia original…

¿Qué me dice?…

Una sensación, una palabra, un color, un olor, un sonido, una visión, una gran intuición dentro de mí que me susurra y acaricia generosamente…

Siento libremente…


1. Andrea Franulic Depix retoma de Luisa Muraro en su Incitada, Feminismo Radical de la Diferencia, Antología, Claridades y aclaraciones sobre el estar expresada (2018), Colección Feministas Lúcidas, Santiago de Chile, 2021,p. 151.

2. Andrea Franulic Depix, Comentarios en «La palabra, don de la madre». Capítulo 3 del libro El Orden Simbólico de la Madre, de Luisa Muraro. Primera lectura del Segundo Ciclo de Lecturas en Línea, titulado «Relación entre mujeres: la solución de la disparidad», 24/08/2020, Disponible: https://go.ivoox.com/rf/55580130

3. María-Milagros Rivera Garretas, Sor Juana Inés de la Cruz: Mujeres que no son de este mundo, Madrid, Sabina Editorial, 2019, p.21.

4. Barbara Verzini, La Madre en al Mar, El Enigma de TIAMAT, Traducción de María-Milagros Rivera Garretas, Verona y Madrid, Edición independiente, Colección A Mano, 2021, p. 52.

5. Luisa Muraro, La alegoría de la lengua materna, Duoda: Revista d´estudis feministes, N 14, 1998, p. 17-36. Disponible: https://www.raco.cat/index.php/DUODA/article/download/62299/90572/

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No al borrado de las mujeres: constitución sexuada, no neutra. Jessica Gamboa Valdés y Andrea Franulic Depix

Esta es una propuesta para el debate constituyente en Chile. Sabemos que el proceso está mediado por las políticas identitarias que, a toda costa, quieren borrar la diferencia sexual para reemplazarla por las identidades de género, especialmente, para las mujeres, al querer desplazarnos por categorías como «cuerpo gestante» o «persona menstruante». Nuestro gesto es simbólico y realmente político, pues la verdad de la lengua materna siempre lo es.

Iniciativa Popular de Norma N°55.734

https://plataforma.chileconvencion.cl/m/iniciativa_popular/detalle?id=55734

Problema a Solucionar:
El mecanismo fundacional de las sociedades patriarcales ha sido el de borrar la diferencia sexual femenina y erigir un sujeto que se pretende neutro, genérico, abstracto y universal. Sin embargo, la vida siempre se da en Dos y la existencia humana nunca es neutra, esto quiere decir, que siempre nacemos sexuadas y sexuados, y nacemos de una mujer.
Como consecuencia de lo anterior, la diferencia sexual femenina -la genealogía femenina y materna, la experiencia femenina, la historia de las mujeres, los vínculos entre mujeres, el amor entre mujeres, la maternidad, el placer femenino- no tienen valor social ni inscripción visible en la lengua, en las artes, en las ciencias, en la tradición del pensamiento filosófico-político, en los programas de estudio, en las leyes, en las clases de Historia, en los medios de comunicación masivos, en definitiva, en las representaciones culturales en general. Sin ir tan lejos, la constitución política vigente está escrita en el falso genérico al que le subyace -desde siempre- el sesgo masculino.
Esta desvalorización de las mujeres o de la diferencia sexual femenina no se separa de la violencia contra las mujeres, es decir, de los femicidios, de la desigualdad social entre los sexos, del sistema prostituyente y la trata con fines de explotación sexual de mujeres, niñas y niños, de los vientres de alquiler, de las violaciones grupales, del uso de las mujeres como mercancía de guerra, del incesto, del uso del cuerpo femenino en la industria pornográfica y en la publicidad, de las actuales políticas de identidad que quieren borrar la palabra «mujer» y la existencia material del sexo, entre otras prácticas culturales nocivas. Tampoco se separa de la impunidad en que, en general, quedan todas estas violencias, naturalizadas durante milenios. ¿Seguiremos reproduciendo y perpetrando todo esto?

Situación ideal:
Consideramos que el punto de partida básico es NOMBRAR a las mujeres en la Nueva Constitución. Esto es, que la Nueva Constitución no esté escrita en un pseudo-neutro, en un pseudo-universal ni tampoco que las mujeres seamos desplazadas por las identidades de género. Deseamos una Nueva Constitución sexuada. Pensamos que esto es, verdaderamente, no reproducir el sexismo. De esta manera, la diferencia sexual femenina se debe inscribir explícitamente en el lenguaje de la Nueva Constitución, libre de los estereotipos de género, codificados por el Orden Patriarcal. Con otras palabras, queremos que la Nueva Constitución exprese un Sentido Libre de Ser Mujeres, que las mujeres estemos presentes allí no a pesar de nuestro sexo, sino gracias a que somos mujeres, pues no somos la mitad del mundo ni tampoco una cuota en el congreso, somos la medida del mundo. Un hombre no patriarcal es el que se reconoce nacido de mujer. Y un Estado no patriarcal es aquel que reconoce la obra civilizadora histórica que las mujeres realizamos, es decir, el hecho de que milenariamente hemos llevado a cabo las prácticas de creación y recreación de la vida, con amor e inteligencia suprema.

Qué debe contemplar la nueva constitución:
La obtención o ampliación de un derecho sigue siendo un mecanismo insuficiente para garantizar una vida libre de violencia a las mujeres, mientras no se cuestione que estos derechos están construidos en clave androcéntrica o masculina.
Consideramos que si la Nueva Constitución reconoce la diferencia sexual femenina en disparidad con la masculina, es decir, que no sea una simple homologación o inclusión superficial de las mujeres, puede traer consigo cambios sustantivos para entregar seguridad, justicia, buen vivir y armonía con todo lo vivo. Mientras no exista una sexuación de los derechos fundamentales no es posible concebirlos como propios o como factibles de ser aplicados sin violencia hacia nosotras.

¿Con qué argumentos tú o tu organización respaldan esta propuesta?
Las mujeres somos las autoras del cuerpo, siempre sexuado, y de la palabra. Decir las cosas en lengua materna implica nombrar la verdad, llamar la realidad por su nombre, tal como nos enseña la madre, o quien esté en SU lugar, en nuestra primerísima infancia cuando aprendemos, precisamente, la lengua llamada materna. Por ejemplo, decir Violencia contra las Mujeres y no violencia de género; decir Sistema Prostituyente y no trabajo sexual; decir Vientres de Alquiler y no maternidad subrogada; decir Creación y Recreación de la Vida y no trabajo doméstico; decir Procreación y no reproducción; decir Mujeres y no identidad de género; decir Diferencia Sexual y no sexo, porque la diferencia sexual no es solo biología, es naturaleza y cultura juntas, es cuerpo y palabra sin división, es cuerpo y alma sin división, es cuerpo y mente sin división. Todo va unido en la vida, las dicotomías son propias del pensamiento falso patriarcal, que también separa lo privado de lo público, las emociones de la razón, la teoría de la práctica, entre otras antinomias falaces.
El valor social de las mujeres no se mide con los hombres, en nada. Ni viceversa. Somos diferentes, autónomas y autónomos, dispares, no en relación de complementariedad jerárquica. Cada cual con su singularidad y su experiencia encarnada para significarla libremente.
El sentido libre de la diferencia femenina debe estar en el cine, en los medios de comunicación, en la historia que se relate en la calle, en el aula, en la casa. Las esculturas, cuadros, libros, etc., deben impregnarse de femenino libre, de genealogía de mujeres, de madres, hijas, amigas, hermanas, amadas, pensadoras, políticas, activistas, artistas, escritoras.
Inscribir y visibilizar la genealogía materna y las genealogías femeninas no significa llenar la sociedad de representaciones que refuercen los estereotipos femeninos, pues esto el patriarcado lo ha hecho durante siglos. Las representaciones culturales y la lengua deben expresar un femenino libre o sentido libre de ser mujer, es decir, libre de los estereotipos de género codificados por el régimen patriarcal; libre de toda política sexual que fomente una sexualidad reproductivista, anuladora del placer femenino propio.
Deseamos seguir representando las relaciones entre mujeres, en especial, la relación entre la madre y la hija, cancelada por la ley del padre. Restituir el valor social de las mujeres pasa, principalmente, por reconocer a la madre como origen, retornando su autoridad -de augere- que significa ‘hacer crecer, incrementar’. Junto a todo esto, es fundamental reparar en la lengua que usamos, las palabras que decimos para nombrar y definir, las connotaciones que elegimos para referirnos a otra mujer, porque rechazamos el régimen de significados patriarcales en todas las dimensiones de nuestra existencia, y le abrimos los brazos al simbólico de la madre, es decir, elegimos hablar en lengua materna y no usar las palabras androcéntricas que nos aplastan y tergiversan nuestra experiencia, haciéndonos desaparecer simbólica y físicamente.

Propuesta de articulado:
La Nueva Constitución debe garantizar:

  • El uso de la lengua materna y no el uso del lenguaje patriarcal ni la mirada de la miseria sobre las mujeres y sus cuerpos.
  • La inscripción de la diferencia sexual femenina de forma explícita. Por ejemplo, el uso del morfema gramatical A y el uso del femenino como sujeto autónomo de discurso.
  • El reconocimiento de la genealogía materna con su precedencia y su inscripción en todos los ámbitos de la cultura.
  • La visibilización de las genealogías femeninas en las representaciones sociales y culturales, sin estereotipos de género ni como medida compensatoria.
  • Que el cuerpo de las mujeres, niñas y niños sea intocable, intransgredible e inviolable.
  • La no comercialización de la capacidad procreadora de las mujeres.
  • La no comercialización, tráfico o cualquier otra práctica con fines de cosificación y explotación sexual de las mujeres, de las niñas y de los niños.
  • El vivir libre y autónomamente nuestra sexualidad femenina, sin la imposición de un modelo sexual masculino, heterosexista y reproductivista.
  • La maternidad deseada libre y autónomamente por cada mujer.
  • La despenalización del aborto.

Breve reseña sobre quién o quiénes proponen y la historia de la elaboración de la iniciativa:
Hoy, en pleno siglo XXI, muchas mujeres hemos reconocido que el paso por la universidad no fue algo tan placentero, pese a que nos profesionalizamos y obtuvimos independencia económica. Para nosotras la emancipación ha sido aprender a vivir en una sociedad de «la igualdad de los sexos», aceptando el incluirnos en la evolución del Hombre y su pensamiento como medida de lo Humano, expresándonos, a tientas, en clave androcéntrica. Esta experiencia significó desapegarnos del simbólico de la madre y que nuestra diferencia sexual femenina pasase desapercibida, fingiendo que no teníamos cuerpo. Ahora podemos sexuar esa experiencia, nombrándola.
Las mujeres que hemos traído a nuestras vidas el final del patriarcado ya no aceptamos ni queremos más racionalismo griego y europeo ni conceptos fálicos en ningún ámbito de nuestra existencia. Queremos recuperar el sentido común, la sensatez y la apertura, mediadas por la lengua materna que enraíza la experiencia propia femenina.

Jessica Alejandra Gamboa Valdés, hija de Cecilia y nieta de Zoila. Feminista Radical de la Diferencia. Profesora de Trabajo Social.

Andrea Soledad Franulic Depix, hija de María Soledad y Andrés Vicente, nieta de Esperanza y de Elba. Feminista Radical de la Diferencia. Profesora de Lingüística.