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Feminismo Radical de la Diferencia

Andrea Dworkin

Nace el 9 de abril de 1946. Escritora y activista feminista estadounidense. Aporta uno de los análisis más agudos que existen en la teoría feminista sobre la industria pornográfica, que califica como el sistema violatorio más naturalizado hacia las mujeres. Escribió muchos libros, los cuales hoy cobran relevancia crucial en el contexto de libre consumo del cuerpo femenino y las pretensiones de legalizar la prostitución como un trabajo. En concomitancia con este análisis crítico, aporta luces sobre una sexualidad femenina libre. Como pensadora radical y radical de la diferencia, la genealogía de mujeres está presente en su escritura; un caso especial, son las brujas.

Desarrolló una propuesta legislativa junto a Catharine MacKinnon para proscribir la pornografía, cuestión que fue declarada inconstitucional en los tribunales norteamericanos.

Muere en el año 2005 de una enfermedad cardiovascular.

Lecturas muy recomendadas:

Woman Hating 1974

Our blood, 1976

Pornography: men possessing Women, 1981, entre otras.

«Quiero hablarles sobre violación: -violación- qué es, quién la comete, contra quién se comete, cómo se comete, porqué se comete, y qué hacer al respecto para que nunca más se cometa». 

(La atrocidad de la violación y el chico de al lado, Our blood).

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Feminismo Radical de la Diferencia

Adrienne Rich

Poetisa y ensayista, comprometida activista lesbiana y feminista radical. Para nosotras, es una de las más importantes exponentes del feminismo radical de la diferencia, y en sus trabajos destacan brillantes análisis sobre la diferencia de ser mujer en el patriarcado, colocando especial énfasis en la lengua y en la genealogía femenina libre. Ha publicado variados ensayos y análisis críticos fundamentales. Uno de los más importantes es Heterosexualidad obligatoria y existencia lesbiana, pues representa el mejor análisis que se haya hecho sobre la institución política de la Heterosexualidad, además de desafiar el discurso identitario, dándole un valor diferente a la experiencia del amor entre mujeres. Otros textos son: Es la lesbiana que hay en nosotras, Mujeres y honor. Notas sobre el mentir, Por una universidad centrada en las mujeres, La mujer anti-feminista, entre otros, reunidos en sus obras Sangre, pan y poesía; Sobre mentiras, secretos y silencios. Otras obras fundamentales son Nacer de mujer y su Antología poética. Recientemente, Sabina editorial ha compilado poemas suyos en un libro que ha titulado Galaxias de mujeres (2020).

El gran cambio de vida:

En el año 1976, publica 21 poemas de amor, una analogía irónica al romántico y misógino poemario de Pablo Neruda (1924). Versos que muestran abiertamente un amor y erotismo lésbicos. Estos versos se integrarían luego en el libro El sueño de un lenguaje común, editado dos años más tarde.

El poema flotante, sin numerar

Pase lo que pase con nosotras, tu cuerpo

Va a rondar el mío —tierna, delicada,

Tu forma de hacer el amor, como la fronda retorcida

Del helecho de agua en los bosques

Recién lavados por el sol. Tus muslos recorridos, generosos,

Entre los que mi rostro entero vuelve y vuelve—

La inocencia y la sabiduría del lugar que mi lengua encontró—

La danza vital e insaciable de tus pezones en mi boca—

Tu contacto firme, protector, descubriéndome,

Tu lengua fuerte, tus dedos finos

Llegando a donde estuve esperándote por años

Encerrada en mi cueva húmeda y rosa— pase lo que pase, esto es.

En 1976 escribe Nacer de mujer, ensayo sobre la maternidad, apoyado en su experiencia personal. Es uno de los libros clave para la teoría feminista. También en 1976 conoció a la escritora y editora jamaicana Michelle Cliff, quien sería su compañera sentimental hasta su muerte. Cabe destacar que Adrienne Rich, como efecto de su cuestionamiento a todas las instituciones patriarcales y a su propia experiencia como mujer en esta cultura patriarcal y su íntima relación con el feminismo radical, asume políticamente su lesbianismo ya en edad adulta, luego de haber sostenido un matrimonio y tres hijos.

III

Puesto que no somos jóvenes, las semanas tienen que contar

por los años que perdimos.

Así y todo, solamente esta peculiar distorsión

del tiempo me dice que no somos jóvenes.

¿Acaso a los veinte alguna vez caminé por la calle a la mañana

con los miembros flameando de la más pura alegría?

¿O me incliné desde una ventana sobre la ciudad

a escuchar el futuro

con los nervios afinados, como escucho tu llamada ?

Y tú, tú te acercas a mí con la misma cadencia.

Tus ojos son inmortales, la chispa verde

del lirio a principios del verano,

el berro verdeazul que lavó la primavera.

A los veinte, sí: pensábamos que íbamos a vivir para siempre.

A los cuarenta y cinco, quiero conocer incluso nuestros límites.

Te toco sabiendo que no nacimos ayer,

y de algún modo, cada una va a ayudar a la otra a vivir,

y en algún lugar, cada una va a ayudar a la otra a morir.

1997: Carta de Adrienne Rich en rechazo a la medalla nacional de las artes, otorgada por el gobierno de Bill Clinton:

“(…) Aceptar tal premio del Presidente Clinton o la Casa Blanca, como yo lo entiendo, es incompatible con la política cínica de esta administración. Quiero aclarar que lo que quería decir con mi negativa, y cualquiera que esté familiarizado con mi trabajo a partir de los primeros años de la década de los sesenta, sabe que yo creo en la presencia social del arte – como interruptor de silencios oficiales (…)”

“En las últimas dos décadas he sido testigo del impacto, cada vez más brutal, de la injusticia racial y económica en nuestro país. No hay una simple fórmula que relacione el arte con la justicia, pero sé que el arte no significa nada si simplemente decora la mesa para la cena del poder que lo mantiene rehén. Las radicales disparidades de riqueza y poder en Norteamérica se están agrandando a una velocidad devastadora. Un Presidente no puede rendir honores significativamente a determinados artistas simbólicamente elegidos mientras la gente, en su mayor parte, está tan deshonrada (…) Mi preocupación por mi país es inseparable de mis preocupaciones como artista. No podría participar en un ritual que me parece tan hipócrita”.

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Feminismo Radical de la Diferencia

Audre Lorde

Ensayista y fundamentalmente una poeta. Nace el 18 de febrero de 1934 en Harlem, Nueva York, y muere el 17 de noviembre de 1992 de cáncer de mama. Se autodefinió como “una guerrera poeta feminista negra y lesbiana”; y sus obras no solo son el reflejo de su feminismo radical de la diferencia, sino que también su vida como mujer lesbiana negra en un patriarcado racista y clasista.

Algunas de sus obras:

Los diarios del cáncer (1980): es una recolección de testimonios y experiencias sobre mujeres que contraen el cáncer de mama. Este libro fue escrito 6 meses después que se realizara una mastectomía. Es un texto en que la autora habla desde su experiencia al ser diagnosticada de cáncer de mama y su proceso para tomar la decisión de someterse a una operación quirúrgica.

“Después de todo, ¿de qué podríamos tener miedo después de haber admitido ante nosotras mismas que hemos enfrentado la muerte y no nos hemos entregado? Porque, una vez que aceptamos la existencia real de nuestra muerte. ¿Quién puede ya tener poder sobre nosotras? (… ) descubrí que luchar contra la desesperación no significa cerrar los ojos ante la enormidad de las tareas necesarias para efectuar un cambio, ni ignorar la fuerza y la crueldad de las fuerzas alineadas en nuestra contra. Significa enseñar, sobrevivir y luchar con el recurso más importante que tengo: yo misma, y disfrutar esa lucha”.

Zami: Una nueva ortografía de mi nombre (1982): es una autobiografía que la propia Audre Lorde llama “bio/mitografía”, que combina historia, biografía y mito. «Zami Carriacou» es una isla caribeña real, así como también la isla de la imaginación de Audre Lorde. Zami es «un nombre de Carriacou para mujeres que trabajan juntas como amigas y amantes ». En Zami la autora relata su infancia, su adolescencia y despertar amoroso y erótico con mujeres, también escribe acerca del poder y fuerza que le han otorgado las mujeres que han sido parte de su vida.

“¿A quién debo el poder detrás de mi voz? ¿Qué fuerza tengo?

Se han convertido en levaduras como la sangre repentina de debajo de la ampolla de piel magullada? Mi padre deja su letra psíquica sobre mí, silenciosa, intensa, e implacable, pero el suyo es un relámpago distante. Imágenes de mujeres llameantes como antorchas adornan y definen los bordes de mi viaje, parados como diques entre el caos y yo.

Son las imágenes de mujeres, amables y crueles, que me llevan a casa.»

La hermana la extranjera (1984): es un libro de recopilación de ensayos, cuyo título original “Sister, Outsider” refleja la extranjería y marginalidad de la que Audre Lorde se vale para sobrevivir y escribir en un mundo de supremacía masculina.

En estos distintos ensayos podemos encontrar el pensamiento más genuino de la autora, ese que habla desde sí misma y de su diferencia como mujer negra, lesbiana y madre.

La diferencia es potencia, en el pensamiento de Lorde, y no son las diferencias las que nos dividen a las mujeres, sino nuestros silencios. Las palabras femeninas son fuente de valor para la poeta.

La relación con la lengua es importante para la autora y eso se refleja en su escritura. Sus ensayos también cuestionan el sexismo (blanco y negro) como ciertas posturas feministas académicas de mujeres blancas y heterosexuales. En este mismo ejemplar, sostiene una entrevista con otra mujer lesbiana y poeta feminista radical de la diferencia: Adrienne Rich, con quien abre un diálogo honesto y profundo:

«¿Por qué debemos absorber la rabia de los hombres negros en silencio? ¿Por qué su rabia es más legítima que la nuestra? La ausencia de un punto de vista razonable y articulado de los hombres negros sobre estas cuestiones no es responsabilidad nuestra. Son los hombres negros quienes deben tomar conciencia de que el sexismo y la misoginia son disfuncionales para su liberación porque provienen de la misma constelación que el racismo y la homofobia».

«Adrienne: ¿Cómo se conectó para ti la enseñanza con la escritura?

Audre: Sé que la enseñanza es una técnica de supervivencia. Lo es para mí y creo que también lo es en general: es la única manera en que puede obrar el aprendizaje. Yo misma estaba aprendiendo algo que me era necesario para continuar viviendo. Lo analizaba y lo enseñaba a la vez que lo aprendía. Era como darme clases a mí misma en voz alta. Todo comenzó en el taller de poesía de Tougaloo».

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Feminismo Radical de la Diferencia

Carla Lonzi

Nació en Florencia, Italia, el 6 de marzo de 1931 y murió el 2 de agosto de 1982, en Milán, Italia, a la edad de 51 años. Artista, crítica de arte, ensayista.

Lonzi comenzó su carrera como crítica de arte a fines de la década de 1950. En el campo de la crítica de arte, llevó a cabo obras como «Autorittrato» (1969), que es un libro compuesto por conversaciones grabadas entre Lonzi y 14 artistas entre los años de 1965 y 1969. También su obra «Escritos sobre el arte» que constituye un estilo de “diario” escrito entre los años 1955 y 1970, donde es posible ver que sus ideas están en constante dinamismo y cambio. «Escritos sobre arte» es la culminación de la información recopilada de publicaciones periódicas, catálogos de exposiciones, documentos de conferencias y ensayos de periódicos. El trabajo histórico y artístico de Lonzi fue interpretado como una extensión de su trabajo como activista feminista, ya que no adoptó un enfoque tradicional para la promoción del arte italiano.

A partir de la década de 1970 Carla Lonzi se posiciona con una postura feminista radical contra el arte. Analiza el arte como una parte más de un sistema de instituciones y trabajo que permite las relaciones de poder hacia las mujeres. Toma conciencia de que la crítica de arte es una  «profesión falsa» y cómplice de un sistema de supremacía masculina, razón por la que abandonó su carrera como crítica de arte para transformarse en una activista  feminista. Su postura es muy radical al respecto, ya que no permite conciliación entre ambas actividades.

Esto también involucró su relación con Pietro Consagra, un escultor y poeta famoso en Italia, debido a las significativas diferencias que comienzan a tener respecto a cómo conciben el arte y las relaciones. Existe un registro hecho libro sobre el Diálogo que Carla Lonzi sostiene con Pietro Consagra para definir si darán continuidad a su relación: “Vete pues. Diálogo con Pietro Consagra”. Vai pure (vete pues) es la frase final del diálogo, frase de despedida que Carla Lonzi pronuncia. Varios meses después muere de cáncer.

Rivolta Femminile

Carla Lonzi funda, junto a Carla Accardi y Elvira Banotti, uno de los primeros grupos feministas radicales y autónomos de Italia, la colectiva Rivolta Femminile o Revuelta Femenina (1965 y 1980) que se pronuncian por primera vez a través de su maravilloso e histórico «Manifiesto de Rivolta Femminile» en 1970, que se pegó en las paredes de Roma.  

La política de Rivolta Femminile se basa fundamentalmente en la práctica de la «autoconciencia», que consiste en un trabajo de conversación en un grupo pequeño, de la cual surgen reflexiones y la teoría feminista más genuina desde las propias experiencias de las mujeres que participan en el espacio.

La Rivolta Femminile creó su propio espacio editorial, la Scritti di Rivolta Femminile o Escritura de la Revuelta de Mujeres, que permitió al grupo distribuir su propio trabajo. De esta forma, Carla Lonzi desarrolla gran parte de su actividad y pensamiento feminista a través de la publicación de sus escritos. Algunas de las obras más notables de Lonzi son «La mujer clitórica y mujer vaginal», «Escupamos sobre Hegel», «Diario de una feminista», «Itinerario de reflexiones», entre otros. El Diario es una obra con notas escritas entre los años de 1972 y 1977, que involucra reflexiones sobre sus relaciones amorosas, políticas, con amistades, entre otras. Las obras de Carla Lonzi dan cuenta de su trabajo reflexivo y de toma de conciencia feminista y femenina libre, como mujer clitórica que fue. Para nosotras, es la principal predecesora del feminismo radical de la diferencia.

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Pensamiento de la Diferencia

María – Milagros Rivera Garretas

Nace el año 1947, en Bilbao, España. Es madre y abuela, ama de su casa, catedrática de la Universidad de Barcelona e investigadora del Centre de Recerca Duoda. Además de Duoda (1982) y de su revista del mismo nombre (1991), ha contribuido a fundar la Llibreria Pròleg de Barcelona (1991), la Fundación Entredós de Madrid (2002) y la Biblioteca Virtual de investigación Duoda (2011). Cada libro que publica, es una joya. El último es El placer femenino es clitórico, edición independiente (2020).

La reconocemos, desde el Feminismo Radical de la Diferencia, como una de las pensadoras de la «diferencia sexual» más inspiradoras e influyentes de este tiempo para pensar la política, la «libertad femenina» y la historia de las mujeres. Escribe en «femenino libre» como «mujer clitórica» que es. Gracias a sus traducciones «en femenino», conocemos a las grandes autoras de lengua inglesa e italiana: Emily Dickinson, Virginia Woolf, Lia Cigarini, Carla Lonzi, Luisa Muraro, entre otras.

Para conocer más de ella y su trabajo, visita su página web: mariamilagrosrivera.com

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Feminismo Radical de la Diferencia

Virginia Woolf

Adeline Virginia Stephen nace el 25 de enero de 1882, en la ciudad de Londres. Se educó en la casa familiar, es decir, no asistió a escuela ni universidad. Sin embargo, aprovechó muy bien la biblioteca de su padre. Se casó a la edad de 30 años con Leonard Woolf.

La relación de Virginia con las mujeres de su genealogía y con aquellas que la rodeaban (hermana, madre, Ether, Vitta), impulsó sus originales obras literarias y ensayos. Es una de las maestras en la literatura universal.

Es una de las madres del Feminismo Radical de la Diferencia, porque a partir de sí escribe en «femenino libre», es decir, con «independencia simbólica» de los códigos y valores masculinos. Por la misma razón, desmonta las falsas lealtades y las libertades irreales que las instituciones patriarcales inculcan en las mujeres. La mirada de la diferencia sexual también se expresa en su posición sobre las mujeres y la clase social, aportando un análisis original y encarnado en su propia experiencia como «hija y hermana de hombres educados».

Decide quitarse la vida a los 59 años, hundiéndose en el rio Ouse, con piedras en sus bolsillos. Dejó repartidas varias cartas de despedida para Leonard y Vanessa, su hermana.

Los ensayos que de esta autora nos inspiran y nos dan «auge», están reunidos en sus libros Un Cuarto Propio (1929) y Tres Guineas (1938). En estos libros, está la mirada germinal del feminismo radical de la diferencia.

*Un Cuarto Propio se debe leer en «femenino libre», para esto recomendamos la traducción de María-Milagros Rivera Garretas: Virginia Woolf, Un cuarto propio, Madrid, Sabina editorial, 2018.