Contrato Sexual

El contrato sexual (Carole Pateman) es un concepto importantísimo para comprender la historia de dominación y subordinación de las mujeres en las sociedades patriarcales, el cual refiere a un pacto no pacífico entre hombres para apropiarse del cuerpo femenino y sus frutos. Nos usurpan la capacidad de ser dos, es decir, de dar la vida y la palabra (Luisa Muraro), creación originaria de nuestra diferencia sexual.

El contrato sexual es previo al Contrato Social que inaugura la democracia moderna contractual, sustentada en el ideario de la libertad e igualdad civil. Además de ser la base fundamental para analizar los orígenes de la civilización patriarcal, le subyace a la institución de la heterosexualidad obligatoria (Adrienne Rich), que es un régimen político-sexual masculino, basado en el coito heterosexual y en la cancelación del placer clitórico (Carla Lonzi), al mismo tiempo que cancela la relación entre mujeres y la existencia lesbiana.

«El contrato originario es un pacto sexual-social, pero la historia del contrato sexual ha sido reprimida.»

La institución de la heterosexualidad obligatoria se cimienta sobre la creencia de que las mujeres tendríamos una atracción heterosexual “innata” por los hombres, por lo tanto, la experiencia lesbiana es vista como una desviación o, lisa y llanamente, se invisibiliza nuestra existencia. Esta conjetura implica la anulación de la relación entre mujeres como fuente significante, de conocimiento y autoridad disponible para nosotras.

El contrato sexual-social subyace a cualquier forma de contratación, aunque, por excelencia, es el contrato de matrimonio el que mejor lo representa, no obstante, se extiende a otros ámbitos donde, aún en el fin del patriarcado, siguen operando los patriarcas con la violencia e impunidad acostumbradas, como es el caso del contrato de vientres de alquiler y la regulación del sistema prostituyente, que pretende incorporar la explotación sexual como un trabajo. Consideramos que estos últimos reductos –horrendos– de la agonía patriarcal deben ser abolidos, debido a esto, queremos contribuir a su análisis, develamiento y denuncia.

“El contrato originario es un pacto sexual-social, pero la historia del contrato sexual ha sido reprimida. Las versiones usuales de la teoría del contrato social no discuten la historia completa y los teóricos contemporáneos del contrato no hacen indicación alguna de que desaparece la mitad del acuerdo. La historia del contrato sexual es también una historia de la génesis del derecho político y explica por qué es legítimo el ejercicio del derecho –pero esta historia es una historia sobre el derecho político como derecho patriarcal o derecho sexual. El poder que los varones ejercen sobre las mujeres” (Carole Pateman, El contrato sexual, 1988).

 

En esta sección, expondremos escritos de mujeres que, hablando desde su propia experiencia, nos abren camino hacia el retorno al orden simbólico materno.

Relación Madre e Hija

Lengua Materna

Relación entre Mujeres